minientrada Día Mundial del cerebro

Este año, el Día Mundial del Cerebro que se celebra este 22 de julio   está dedicado a la lucha contra la esclerosis múltiple (EM), por lo que se unirá con la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF) en nombre de las personas que viven con este padecimiento y sus cuidadores.

Esta campaña está centrada en informar sobre la necesidad de realizar un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado para los pacientes con esclerosis múltiple, enfermedad neurológica que afecta el cerebro y la médula espinal con efectos que van desde el deterioro cognitivo hasta discapacidad física significativa.

La prevalencia mundial  de este padecimiento es de 2.8 millones de personas, es decir, una de cada 3,000 personas; cada cinco minutos alguien recibe un diagnóstico. En México el estimado es de 18,000 personas que viven con EM.

La edad promedio del diagnóstico es de 32 años de edad. Sin embargo, no solo afecta a los adultos, se estima que hay cerca de 30, 000 personas menores de 18 años con EM.

Esta enfermedad afecta por lo menos el doble a las mujeres (69%) que a los hombres (31%). Al 85% de las personas con EM en todo el mundo se le diagnostica inicialmente EM con recaídas y remisiones y al 12%, EM progresiva. Al 3% restante se le diagnostica una enfermedad desconocida.

De acuerdo con el Atlas de la Esclerosis Múltiple, lanzado por la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple en 2020 con datos de 115 países (México incluido), si bien existen cambios importantes en el panorama de la salud de quienes viven con esta enfermedad, también persisten barreras, retos y desigualdades para que los pacientes accedan al diagnóstico, tratamiento y atención.

Los especialistas señalan que la educación de los profesionales de la salud  es indispensable para que reconozcan los signos y síntomas de la esclerosis múltiple para que más gente sea diagnosticada en etapas tempranas y tratada adecuadamente.

Otro punto importante es que los pacientes tengan acceso a los medicamentos como los modificadores de la enfermedad que detienen la progresión de la misma, los cuales mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes.

En los últimos años, el número de opciones de tratamiento para la EM ha crecido con 40 medicamentos en desarrollo para prevenir brotes o relentizar la progresión de la enfermedad.

 

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