Por Martha Oliva Hernández

El asma es un problema de salud pública que de atenderse a tiempo podría evitar miles de muertes y mala calidad de vida en quienes la padecen. Por ello, es de suma “importancia la implementación de políticas públicas para la atención de este padecimiento”, señaló Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa MX, durante el foro “Asma, visibilización y compromisos”.

Asimismo, participaron la Dra. Virginia Molina, consultora en enfermedades crónicas de la OPS/OMS en México; la Dra. Désirée Larenas Linnemann, experta en salud pulmonar, del Hospital Médica Sur; el Dr. Sergio Monraz Pérez, experto en salud pulmonar Del Hospital Ángeles Pedregal; la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, presidenta de la Comisión de Salud del Senado de la República y Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México SaludHable.

Antonio expuso que en 2020 se reportaron 127 mil 158 casos en México; de los cuales, el 54% sucedió durante el primer trimestre y el 25.4%, en menores de 10 años, afectando su calidad de vida, así como su rendimiento laboral o escolar.

El retraso en el diagnóstico representan un problema de salud pública en muchos países y cerca de 50% de las personas no saben que la padecen, lo cual ocasiona un gasto para el bolsillo de los pacientes y familiares porque tienen que consultar diversos médicos.

La Dra. Virginia Molina, consultora en Enfermedades Crónicas de la OPS/OMS en México, señaló que “El asma es una de las enfermedades no transmisibles que constituyen las principales causas de morbilidad, mortalidad, discapacidad y muerte prematura en todo el mundo. El asma  está incluida en el Plan de Acción Mundial de la OMS para la Prevención y el Control de las ENT y en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. La OMS está comprometida para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la vigilancia del asma con la finalidad de reducir la carga mundial de esta enfermedad”.

El asma no controlada puede referirse al manejo deficiente de los principales síntomas  que experimenta un paciente,  lo que ocasiona una limitación en sus actividades diarias e incomodidades nocturnas.

También puede incluir crisis frecuentes que requieran medicación o algunas otras graves que requieran hospitalización. Se estima que el 25% de las personas con asma no tienen adherencia a su tratamiento y al menos una de cada 10 personas no se ha sometido a una revisión de la enfermedad en los últimos dos años.

El manejo de pacientes graves por asma debe darse mediante una combinación de recursos terapéuticos, pues muchos de las personas con asma que fallecieron usaron en exceso salbutamol y pocos antiinflamatorios, destacó la Dra. Désirée Larenas Linnemann, quien llamó la atención sobre el hecho de que el 25% de los fallecidos habían sido diagnosticados con asma leve, por lo que reiteró que se debe fortalecer la actualización médica en los médicos de atención primaria.

Comentó que los cuatro síntomas principales son: tos, falta de aire, sibilancia, sensación de opresión en el pecho, y otros signos como rinorrea, estornudos y prurito, debido a que el 70% de los pacientes con asma cursan con alergia. Pero también se suman síntomas como depresión, ansiedad, trastornos del sueño y problemas para concentrarse.

El tratamiento no debe limitarse a abrir los bronquios sino a bajar la inflamación, subrayó, para recordar que en 2021 se publicó la guía para el manejo integral del asma (MIA), en cuya elaboración intervinieron neumólogos, alergólogos, otorrinolaringólogos, pediatras, internistas y médicos generales de once sociedades médicas.

Por su parte, el Dr. Sergio Monraz Pérez, experto en salud pulmonar del Hospital Ángeles Pedregal, dijo que el nivel de control del asma se refiere al grado en que sus manifestaciones han sido reducidas o desaparecido con el tratamiento. Se evalúan los casos en dos dominios, control de síntomas y riesgo futuro de eventos adversos, como los pacientes que presentan recurrencia en la presencia de tos, falta de aire y pruebas con malos resultados.

Apuntó que los costos de los inhaladores puede ir de los $600 a $800  mensuales; el uso de un medicamento biológico de $10,000 a $50,000  mensuales, el uso de oxígeno de $3,000 al mes, además de las consultas con el neumólogo o alergólogo en el sector privado.

En cuento al sector público, Erick Antonio comentó que las instituciones más relevantes para la atención de la enfermedad son el IMSS (41,278 personas), la Secretaría de Salud (36,158) y el ISSSTE (16,719). “El control del asma, exige reforzar la comunidad de pacientes y sus cuidadores, los especialistas, las organizaciones civiles y los decisores públicos (legisladores y funcionarios del sector). De igual manera han de fortalecerse la infraestructura y el acceso a medicamentos, además de prevenir los factores de riesgo: tabaquismo, mala calidad del aire y exposición al humo de leña”.

“La participación ciudadana para lograr que la atención oportuna y de calidad del asma se visibilice entre tomadores de decisiones, puede y debe ser una realidad si convocamos a padres y madres de familia, profesionales de la salud y de la educación, a sindicatos y agrupaciones artísticas y culturales, así como clubes de servicio. Unidas a los expertos en salud, a las autoridades sanitarias y a nuestros legisladores, las organizaciones sociales podemos coadyuvar a que baje la cifra de 254 mil pacientes con asma grave en este país”, señaló Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México Salud-Hable. Consideró pertinente apoyar a las asociaciones civiles sobre asma e impulsar la formación de grupos de ayuda mutua entre pacientes, cuidadores y familiares, en general.

Para finalizar, la Senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, presidenta de la Comisión de Salud enfatizó: “El asma es una enfermedad costosa para quienes lo padecen y para el sistema de salud, por eso es importante poner especial atención a este padecimiento. Me da mucho gusto refrendar la alianza y el compromiso con la sociedad civil, hemos empujado iniciativas y propuestas para enfrentar distintos problemas de salud pública, por lo cual me comprometo a seguir trabajando de la mano de la sociedad civil organizada para atender estos problemas de salud pública que afectan tanto a México”.