La comunidad LGBTQ+ es y ha sido continuamente discriminada e invisibilizada en distintos aspectos de la vida cotidiana, incluyendo, crucialmente, el acceso a los servicios de salud.
La comunidad LGBTQ+ –siglas de las palabras lesbiana, gay, bisexual, transexual y queer, con un signo de más añadido al final para englobar a los colectivos no incluidos en esas siglas– en México, abarca a por lo menos 2 millones 700 mil personas, un 3% de la población nacional. Tal es el número de individuos que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, declararon no ser heterosexuales.
En entrevista para la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), Adaliz Chavero, directora de relaciones gubernamentales de Gilead México y Francisco Robledo, director de ADIL, Diversidad e Inclusión Laboral, hablaron sobre las dimensiones que actualmente tiene la lucha de la comunidad LGBTQ+ por sus derechos y la importancia de la perspectiva de diversidad e inclusión en los servicios de salud.
Las distintas dimensiones en la diversidad sexual
Francisco Robledo explicó que históricamente se ha entendido la salud como binaria, en términos de sexualidad y género, entre hombres y mujeres. Esta perspectiva debe ser superada, porque hay distintas dimensiones de la diversidad sexual, las cuales son: el sexo biológico que se tiene al nacer; la expresión de género, conformada por las expectativas y los estereotipos de roles sociales; las orientaciones sexuales, que corresponden al ámbito erótico-afectivo, y finalmente la identidad de género, que es la suma de todas las anteriores.
“El tabú en torno a cómo te relacionas públicamente con otra persona desde el punto de vista erótico-afectivo siguen siendo el tema más importante de discriminación en las personas: se nos etiqueta y juzga por a quién amamos”, señaló el director de ADIL, Diversidad e Inclusión Laboral.
Un acceso dispar a la salud
Respecto a las principales disparidades que enfrenta la comunidad LGBTQ+ en cuanto al acceso a la salud, Adaliz Chavero mencionó que “una cosa es que haya una política muy general de no discriminación para cualquier tipo de persona en las instituciones de salud y otra que exista el enfoque de brindar atención a la comunidad LGBTQ+, de realizar acciones efectivas que permitan que el profesional de la salud, sea médico tratante, enfermera o trabajador social, esté consciente del trato digno, justo y equitativo que se tiene que brindar a las personas LGBTQ+, quitando los estigmas y etiquetas que muchas veces son los que pegan más a una persona de esta comunidad”.
Adaliz Chavero advirtió que, si una persona no recibe un trato digno en los servicios de salud, esa puede ser una razón para que abandone el tratamiento, o bien, desencadenar problemas en el ámbito de la salud mental. “Creo que son pocas las instituciones que se están preocupando por incidir, por hacer labor de concientización”.
“Cuando se trata de instituciones públicas, la persona que te recibe en la puerta ya tiene un juicio, lo mismo sucede con el personal administrativo, y cuando finalmente puedes llegar, después de varias horas de espera, con una médica o un médico, éste atiende en poco tiempo y con prejuicios. Por ejemplo, pesan estigmas sobre los hombres gays y el VIH. Y ni se diga de las personas trans, que requieren acceso a una guía endocrinológica, a acompañamiento psicológico, y en la mente de los prestadores médicos ni siquiera tiene cabida aún el cómo atender a una persona trans, porque desconocen las diferentes transiciones, fases y momentos que atraviesa una persona. Los retos son muy amplios”, aseveró Adaliz Chavero.
Una institución que está mostrando liderazgo en promover temas de inclusión y buscar espacios mucho más seguros para algunos grupos, en particular de la comunidad LGBTQ+, ha sido la Secretaría de Salud. “Recientemente se hizo el primer soporte de transición de género de una persona trans en el hospital 20 de noviembre. Este tipo de acciones se deben promover más, y darse a conocer las mejores prácticas en las instituciones para brindar atención a la comunidad LGBTQ+. En este contexto la primera oportunidad dentro del sistema de salud es enfrentar la discriminación, la etiqueta, el prejuicio que existe”, enfatizó Adaliz Chavero.
Importante la inclusión en los servicios de salud
Francisco Robledo informó que, en los últimos tres años, los temas de inclusión se han visibilizado más en la industria farmacéutica y entre los prestadores de servicios de salud. “Hemos trabajado con diversas empresas de la industria farmacéutica como parte de nuestro programa Equidad Mx Mejores lugares para trabajar LGBTQ+, y hay un par de hospitales que ya aplicaron para formar parte de este”.
El director de ADIL, Diversidad e Inclusión Laboral, señaló que en el sector salud se están tocando apenas las primeras bases e informó que en México ha habido un avance muy importante en leyes de no discriminación. “Existen el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La sociedad está avanzando, nos visibilizamos cada vez más y sabemos que tenemos el derecho a la no discriminación”.
“De entrada, hay que hacer más visible el tema de la inclusión y diversidad”, indicó Adaliz Chavero. Esto significa reconocer que existen organismos externos que ya tienen un camino andado y son los que realmente certifican o acreditan si una institución o empresa está haciendo lo necesario para promover acciones que permitan mejorar la atención de la comunidad LGBTQ+, ya sea por medio de programas de concientización; promover la no discriminación, espacios seguros, trato digno, no solamente hacia el personal que trabaje ahí, sino también a las personas que llegan para recibir una atención. Si empezamos a visibilizar la labor de organismos como Human Rights Campaign, las instituciones privadas o públicas se van a preocupar en decir: Bueno, ¿y yo qué estoy haciendo?
“Si la cabeza de una institución está a favor de estos temas de inclusión y diversidad, va a fomentar que las áreas involucradas hagan su trabajo y se promueva, pero si no existe liderazgo, eso no va a caminar. Por eso es muy importante visibilizar este tipo de organizaciones y difundir lo que hacen”, concluyó Adaliz Chavero.