¿Cómo nos cuidamos los mexicanos? Autocuidado: Nuestra primera línea de defensa

 

Durante los últimos tres años, hemos vivido una situación compleja en materia de salud pública. La pandemia por COVID-19 acumula actualmente casi 560 millones de casos a nivel global. Para combatirla, además de las vacunas, las autoridades médicas han recomendado acciones comunes, pero eficaces: una buena higiene de manos, el uso de cubrebocas, etiqueta para estornudar y toser, y tomar ciertos medicamentos para paliar los síntomas, además de llevar un estilo de vida saludable. Todas estas acciones pueden categorizarse bajo el término de autocuidado.

El autocuidado se entiende como las diferentes acciones que realizamos las personas en relación con su salud personal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como “la capacidad de las personas, familias y comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención médica”.

A nivel mundial, existe una tendencia cada vez más consolidada para promover un autocuidado responsable como respuesta a las demandas y dinámicas poblacionales actuales, como el aumento en los índices de obesidad, enfermedades crónicas, y el envejecimiento poblacional; pero también para que las personas tengan mayor capacidad de atenderse cuando padecen enfermedades comunes y no graves, como los resfriados, las enfermedades gastrointestinales, las alergias, y el dolor.

 

“Las acciones de autocuidado seguro y responsable constituyen nuestra primera línea de defensa contra distintos padecimientos, y su práctica cotidiana es esencial para mantener una buena salud y procurar el desarrollo óptimo de las personas en México”, aseguró la Dra. Vanessa Cohen, directora médica de la unidad de Consumo de Sanofi México.

¿Cómo nos cuidamos los mexicanos?

De acuerdo con datos del estudio “El Valor Económico del Autocuidado”, desarrollado por la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR), México registra anualmente más de 25 millones de casos de resfriado, diarrea, candidiasis vulvovaginal y lumbalgia (o dolor de espalda).

El sistema de salud pública mexicano atiende 13.6 millones de estos casos y desembolsa casi mil millones de dólares para hacerlo. Aunado a ello, el mismo estudio indica que estos cuatro padecimientos ocasionan pérdidas de productividad que podrían poner en riesgo el proceso de recuperación económica al que se enfrenta actualmente el país: dichas enfermedades representan una pérdida anual de más de $650 millones de dólares.

Sin embargo, ILAR asegura que, si las enfermedades en cuestión se atendieran con un enfoque de autocuidado, los costos de atención serían hasta 97% menores: el costo de tratamiento por evento del resfriado con un enfoque de autocuidado sería de $1 dólar, mientras que tratado en el sistema público de salud excedería los $60 dólares, por ejemplo. En tanto, las pérdidas en materia de productividad se reducirían hasta los $89 millones de dólares.

La población mexicana está cada vez más consciente de la importancia del autocuidado, pues de acuerdo con el reporte “Hábitos de Salud y Autocuidado durante la pandemia COVID-19 en México”, también desarrollado por ILAR, 9 de cada 10 mexicanos lo consideraron importante para mantenerse sanos.

De igual forma, el 47% de los encuestados en el estudio aseguran tener conocimientos y contar con las herramientas necesarias para autocuidarse de manera efectiva sin necesidad del apoyo directo de personal de salud.

El reporte sobre hábitos de salud publicado por ILAR indica que la población mexicana está interesada en aprender nuevas estrategias de autocuidado, ya que el 95% de los encuestados manifestó su deseo de acceder a información científicamente sólida y expresada en términos simples al respecto.

La pandemia por COVID-19 generó mayor interés y reconocimiento de la importancia del autocuidado en nuestras vidas”, aseguró la Dra. Cohen. “De ahí la necesidad de promover un autocuidado responsable a través de acciones de alfabetización y concientización que empoderen a las personas para cuidar mejor de ellas mismas y de su comunidad”, enfatizó la experta de Sanofi México.

Medicamentos OTC: Un complemento lógico

Si bien la población mexicana muestra interés en conocer nuevas acciones de autocuidado, aún existen asignaturas pendientes al respecto. Entre ellas, quizá la más importante radica en el uso de medicamentos, específicamente en el switch (o intercambio) entre medicamentos aprobados con receta (Rx) a un estado de venta libre, también conocido como OTC (over-the-counter).

El uso de medicamentos OTC es común en México: según ILAR, 5 de cada 10 personas usaron un medicamento que tenían en casa para tratar algún síntoma durante la pandemia y refirieron que tener la posibilidad de comprar medicinas sin receta les permite cuidar mejor de su salud. Asimismo, 4 de cada 10 personas indicaron haber comprado un medicamento de venta libre dentro de las opciones que se le mostraron.

A estos datos se suma que, en el país, el porcentaje de personas que tuvieron que suspender algún tratamiento por no contar con recetas es superior al promedio regional; mientras en Latinoamérica es de alrededor del 21%, en México alcanza el 25%.6 Al respecto, expertos de ILAR aseguran que, tanto a nivel latinoamericano, como a nivel local, el switch de medicamentos Rx a OTC es un componente esencial de cualquier programa de atención médica, por lo que es necesario contar con marcos regulatorios eficientes y transparentes, que permitan y promuevan el intercambio entre ambos tipos de medicamentos.

Sin embargo, además de una regulación adecuada, la educación y alfabetización de la población sobre medicamentos de venta libre es fundamental, como recomienda la Asociación de Fabricantes de Medicamentos de Libre Acceso (AFAMELA).

“Los medicamentos de libre acceso son el complemento lógico de cualquier estrategia de autocuidado, pero es imprescindible saber cómo usarlos, es decir, promover un uso responsable entre la población. Los medicamentos OTC son seguros y eficaces cuando se utilizan adecuadamente, de ahí la importancia de conocer y seguir las indicaciones de uso en las etiquetas de esta categoría de medicamentos”, dijeron expertos de la Asociación.

A manera de conclusión, aunque el autocuidado resulta prioritario para las familias mexicanas y del mundo, es necesario que continuemos con la promoción de este enfoque brindando la información necesaria para que las personas sepan cuándo está bien automedicarse y de qué manera hacerlo. Para ello, además de las acciones correspondientes de alfabetización y educación al respecto, es necesaria una regulación centrada en la importancia que tienen los medicamentos OTC para que las personas puedan cuidar de mejor manera su salud y la de sus comunidades.

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