De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el cáncer de cuello uterino (CaCu) se ha posicionado como el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres a nivel mundial con más de 604 mil nuevos casos y más de 342 mil muertes durante el 2020. Además, el 85% de los nuevos casos y muertes durante ese mismo año se ubicó en países con bajos y medianos ingresos, lo que refleja la necesidad de brindar una atención oportuna y efectiva para la detección y atención de esta enfermedad.

Ante estos números, se hace un llamado a generar conciencia entre las mujeres sobre la importancia de realizarse pruebas de tamizaje moleculares para la detección del virus del papiloma humano (VPH) periódicamente, con el fin de detectar irregularidades a tiempo, y reitera su llamado a buscar una mejor atención precisa y oportuna para la población.

Actualmente hay métodos para la detección oportuna de cáncer de cuello uterino como la de Roche, que ha puesto a disposición de la población, pruebas de detección molecular para VPH, las cuales ayudan a identificar a las mujeres con un mayor riesgo de padecer CaCu, lo que ayuda a brindar una atención inmediata.

Además, esta innovación permite que las pruebas moleculares sean una herramienta efectiva para que los profesionales de la salud puedan estar un paso adelante, ya que se logra detectar genotipos de alto riesgo del VPH, que son en un 99% los causantes del cáncer de CaCu.

Tan solo en México durante 2020 de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística el cáncer de cuello uterino se ubicó como la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 59 años, solo por debajo del cáncer de mama.

Por su parte la OCDE estimó que en ese mismo año ocurrieron más 9,438 casos nuevos y 4,335 defunciones en el país, lo que colocó a México como uno de los países en la región con mayor mortalidad por esta patología.

Con la finalidad de seguir sumando esfuerzos, la compañía farmacéutica decidió sumarse al Programa de Acceso Global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuyo objetivo hacia 2030 es la erradicación del CaCu a través de acciones como la vacunación del 90% de las niñas al cumplir 15 años con la vacuna VPH, garantizar que el 70% de las mujeres examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 años y una vez más antes de los 45 años y lograr que el 90% de las mujeres diagnosticadas recibirán un tratamiento adecuado.