El Día Mundial de la Prevención del Suicidio

Un tema del que no se habla, una realidad que pide ser incluida y mirada, una voz doliente que grita de manera estridente para ser escuchada, así es el suicidio.

En México se registraron tres suicidios diarios en 2021, de los cuáles, 8 de cada 10 fueron cometidos por hombres, lo que se ha triplicado con respecto a otros años, y se ha cuadriplicado entre las mujeres, reveló el INEGI.

Cada año, más de 703,000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos, señala Organización Mundial de la Salud (OMS). Problema que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades.

El suicidio se trata de una muerte súbita, violenta, inesperada y poco previsible que se puede comparar con la vivencia traumática en un campo de concentración, de ahí deriva el término “supervivientes”, refiriéndose a los familiares de la persona que recurre al suicidio como salida para acabar con su dolor, sufrimiento y sin sentido, afirmó Blanca Ramírez, psicóloga y tanatóloga de Tu terapia.com.mx.

En general el suicidio es multicausal, es decir, no existe un solo factor o circunstancia que lleve a una persona a atentar contra su vida, aunque puede existir un último desencadenante, circunstancia que suele llevar a muchos supervivientes a pensar que esa ha sido la única causa y que podría haberse evitado.

El 85% de las personas que cometen suicidio lo hacen por ahorcamiento y 65.5% de las personas que fallecieron por esta causa fueron jóvenes entre 10 a 24 años de edad en México.

La asfixia, las armas de fuego, la intoxicación con drogas y alcohol y el envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los cuatro métodos más utilizados para el suicidio, que representan el 91% de todos los suicidios en América Latina.

Una de las situaciones que devino con la pandemia es que, tras ella, se ha empezado a hablar por fin con mayor naturalidad de la enfermedad y de la salud mental y emocional, y se ha visibilizado que los niños y los adolescentes también pueden experimentarlas, y que son igual de importantes que aquellas que presentan los adultos.

Sin duda alguna, la pandemia ha empeorado la salud mental de todos, sin excepción; pero es verdad que ha afectado especialmente a los grupos más vulnerables, comentó Blanca Ramírez.

Así que, si sientes que la vida te rebasa, que estas transitando por un túnel oscuro, “sin salida”, que la fuerza de vida ha perdido vigor e importancia en ti, que la pasión por crear, respirar, construir y confiar se ha nublado en tu alma, mente y cuerpo, no te olvides que tienes con quien contar.

¿Cómo prevenirlo?

El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS) que se celebra anualmente cada 10 de septiembre, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene el objetivo general de crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo.

El tema del DMPS 2022 “Crear esperanza a través de la acción”, refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública. Todos nosotros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos, podemos tomar medidas para prevenir el suicidio en la Región, puntualiza la OMS y la OPS.

Aunque la relación entre el suicidio y los trastornos mentales está bien establecida, muchos suicidios también pueden producirse de forma impulsiva en momentos de crisis, como una pérdida económica. Algunos factores de protección son las relaciones personales sólidas, las creencias religiosas o espirituales y las estrategias de afrontamiento y prácticas de bienestar positivas, subrayan las organizaciones de salud.

Por su parte la Mtra. Deni Salazar Aguilar, psicóloga y académica de la Universidad del Valle de México indicó que en las escuelas, las figuras docentes y autoridades escolares deben tener una visión de cordialidad y empatía, contar con protocolos para el acoso escolar y activarlos cuando sea necesario, además de dar pláticas sobre la buena convivencia y de adquirir habilidades para la vida y sociales.

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