La Secretaría de Salud reporta cerca de un millón 300 mil pacientes con enfermedad de Alzheimer en México, que afecta con más frecuencia a personas de 65 años, y con mayor índice en mujeres.
En busca de mejorar el entendimiento sobre la enfermedad de Alzheimer, el Cinvestav, en colaboración con los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición así como el de Neurología y Neurocirugía, iniciaron un estudio clínico con el objetivo de determinar la relación entre la microbiota, los niveles de hormonas sexuales y el deterioro cognitivo, sobre todo en mujeres.
“Se pretende analizar si la disfunción del estroboloma, grupo de bacterias que habitan en el intestino y regulan los niveles de estrógeno en sangre, tienen relación con la función del cerebro. Por ello se propone entender este eje estroboloma-cerebro en mujeres durante la transición a la menopausia, y compararlo con datos de quienes ya padecen la enfermedad, así como de hombres sanos”, explicó Claudia Pérez Cruz.
La intención del estudio es corroborar los resultados obtenidos previamente por la también investigadora del Departamento de Farmacología del Cinvestav, usando un modelo preclínico de ratón transgénico con enfermedad de Alzheimer, donde se observó una relación entre las bacterias de la microbiota intestinal y esa patología; al igual que las alteraciones vistas en pacientes con el padecimiento, como las placas amiloideas o agregados proteicos presentes el cerebro, relacionados con el daño cognitivo y que parecen estar modulados con la presencia de algunas bacterias del intestino.
También observó cómo el uso de prebióticos modifican las bacterias intestinales con un efecto importante en los niveles de hormonas sexuales y en la función cognitiva, porque en el animal la mejoran, alteran ligeramente las placas amiloideas y bajan la inflamación donde, en este caso, el mecanismo de comunicación bidireccional entre microbiota y cerebro parece depender de la modulación de los niveles hormonales.
El Alzheimer tiene una prevalencia del 75% en mujeres, por ello el estudio preclínico se realizó en un modelo de ratón hembra, además, existe poca investigación, en animales o clínicos, para tratar de entender por qué el ser mujer es un factor de riesgo para padecerlo.
Los análisis en ratones hembra transgénicas confirmaron que la patología sucede de manera más acelerada en comparación con ratones macho, ya que presenta mayor cantidad de placas amiloideas, aumenta la inflamación, ansiedad y disfunción cognitiva, además presentan una microbiota distinta a los machos; cuando las hembras recibieron un tratamiento con prebióticos mejoraron todas sus funciones cognitivas, se modificó la microbiota, disminuyó la inflamación y se restauraron niveles de las hormonas sexuales.
Con base en estos estudios se ha propuesto que las mujeres después de la menopausia, al reducir la producción de hormonas, particularmente de estrógenos, presentan mayor riesgo de desarrollar alzheimer, porque al liberarse y llegar al cerebro generan un efecto benéfico en las neuronas, permitiendo una buena comunicación y función cognitiva, pero al disminuir su producción dejan vulnerable la actividad neuronal, con alta probabilidad de presentar alteraciones cognitivas.
El estudio clínico busca corroborar las hipótesis observadas en laboratorio, por ello se reclutan voluntarias de 30 a 65 años en periodos perimenopáusicos, premenopáusicos y menopáusicos o postmenopáusicos, para equipararlos con mujeres con Alzheimer, además se compararán con un grupo control sin alteraciones relacionadas con el estrógeno; es decir, hombres cognitivamente sanos de 30 a 60 años.
Las voluntarias acudirán a dos citas, en la primera se realizará una historia clínica; un examen neuropsicológico sobre su función cognitiva; eventualmente se hará una evaluación ginecológica, con una entrevista, si es necesario algunas pruebas superficiales para descartar cualquier alteración; se tomará una muestra de sangre para analizar los niveles de hormonas e inflamación y finalmente se les proporcionarán contenedores que en la segunda cita entregarán con muestras de orina y copro.
En una etapa posterior, al 30 por ciento de las y los voluntarios se les invitará a realizar un examen de tomografía por emisión de positrones para analizar el metabolismo cerebral, porque conforme las mujeres avanzan hacia la menopausia, presentan una baja en el metabolismo de la glucosa en regiones del cerebro, relacionado con la función neuronal.
La invitación a participar en el estudio es por medio de un código QR que al escanearlo redirige a un cuestionario o en la dirección https://estroboloma.cinvestav.mx/, que permitirá elegir a las y los candidatos para el protocolo; el beneficio es que los estudios son gratuitos, los resultados se comparten con las y los participantes y se les ofrecerá orientación en caso de encontrar algún desfase en su microbiota intestinal o algún problema de salud relacionado con el tema.
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