El cáncer de mama es una enfermedad que ataca a nivel físico, mental y social a la mujeres que lo padecen con un impacto en distintas áreas de su vida, entre ellas, las relaciones de pareja y la sexualidad.
“Los problemas de sexualidad son uno de los efectos secundarios más frecuentes después de padecer cáncer debido a su tratamiento”, señalan expertas de Nova House, el primer espacio en México dedicado a tratar problemas sobre sexualidad tanto físico como emocionales que se presentan a lo largo de la vida sexual de la mujer.
Desde este centro advierten que los cambios en la sexualidad tras la enfermedad son habituales y es necesario pedir ayuda a los profesionales: “Tanto si tienes pareja como si no, es importante pedir información y apoyo en relación con tu salud sexual. Es especialmente importante poder preguntar a tu especialista antes incluso de comenzar el tratamiento oncológico, ya que esto puede determinar incluso qué tratamiento es mejor para ti”.
La Dra. Mari Mar Álvarez, cirujana plástica, creadora del concepto de Nova House, destaca como el cáncer de mama y su tratamiento (quimioterapia, radiación y/o cirugía) afectan a la sexualidad. “Si entendemos la disfunción sexual como la dificultad durante cualquier etapa del acto sexual, tanto para realizarlo como para disfrutarlo, las disfunciones que pueden experimentar estas mujeres pasan desde una disminución de la libido, disminución de excitación sexual, rechazo al contacto físico, resequedad vaginal, dolor al tener relaciones sexuales, y dificultad para llegar al del orgasmo”.
Aproximadamente, un 55-65% de los cánceres de mama son hormonosensibles, explica Mari Mar Álvarez, e s decir, son tumores que, en cierta medida, se alimentan de los estrógenos que las mujeres tenemos en sangre. Por tanto, estas pacientes serán susceptibles a recibir un tratamiento basado en inhibidores de la aromatasa. Lo que aumenta los síntomas. Pese a todo, es muy importante que las personas con esta enfermedad sepan que lo que están viviendo en este momento es atemporal y tiene solución.
Tal como indica la Dra. Flavia Carrera, sexóloga de Nova House en primer lugar, las pacientes deben conocer las consecuencias de los tratamientos y saber que existen distintas terapias y tratamientos que les puede ayudar. En segundo lugar, saber que pueden mantener relaciones sexuales satisfactorias, aunque puedan haber cambiado determinados aspectos de su sexualidad. “Cuando la mujer empieza recuperarse, empieza a considerar de nuevo su vida sexual y a ser consciente de los cambios”, explica esta profesional.
Tratamiento de la disfunción sexual asociada al cáncer de mama.
Es importante tratar los problemas de disfunción sexual que experimentan las pacientes con cáncer de mama, o las personas que han sobrevivido a esta enfermedad, pero padecen estas secuelas, porque esto llevará a un mayor bienestar emocional y físico. Para ello, te ofrecemos algunas recomendaciones:
Conocer las consecuencias de los tratamientos ayuda a focalizar la causa de estas disfunciones sexuales y permite abordarlas con mayor eficacia.
- Terapia sexual: entre otras medidas, el especialista en sexología informará sobre los cambios que se producen a nivel fisiológico y psicológico, y puede proponer ejercicios que faciliten la recuperación de la actividad sexual de manera progresiva, o juegos de estimulación sexual que faciliten la respuesta al orgasmo. Para tratar la dispareunia asesorará sobre posturas que permitan a la mujer controlar la penetración y disminuir el dolor y el temor al mismo, pero siempre acompañado de una exploración de su historia y creencias sexuales.
- Uso de lubricantes: para tratar la resequedad vaginal y el dolor que pueden provocar en este caso las relaciones sexuales. Antes de usarlos, hay que preguntar al oncólogo o al ginecólogo, dado que algunos contienen hormonas contraindicadas en las pacientes de cáncer de mama y/o sustancias que alteran el pH.
- Juegos sexuales: para reactivar el deseo sexual se puede recurrir a juegos preparatorios, fantasías eróticas o dispositivos sexuales, preparar un ambiente íntimo en el que intervengan todos los sentidos, con música, olores, baños relajantes.