Nadie quiere a su mascota enferma, además de que nos pone tristes, acarrea gastos innecesarios y cuidados adicionales que se pueden evitar si ponemos atención. Aunque es inevitable que nuestros consentidos de casa enfrenten padecimientos a lo largo de su vida, es mejor estar pendientes de las alteraciones de conductas y estados de ánimo que puedan presentar para actuar rápido y evitar complicaciones.
De acuerdo con Areli Buenrostro, médico veterinario zootecnista de Diamond, “si nuestro animal deja de comer, está triste o cambia su conducta de manera súbita, nos está indicando que no se encuentra bien, ya sea porque está enfermo, debido a que tiene alguna molestia o una necesidad que no estamos satisfaciendo”.
¿Cuáles son las señales que hay que observar?
“Los síntomas como la inapetencia o el cansancio pueden no ser señales muy vistosas o graves, pero debemos preocuparnos cuando aparecen juntas o de manera prolongada, pues es posible que sea evidencia de problemas internos más graves”, agrega la especialista.
En cualquier caso, es importante manifestar nuestro amor por ellos, llevándolos al veterinario desde que son pequeños. “El veterinario nos orientará y diseñará un plan de prevención, de las innumerables enfermedades, que podría enfrentar nuestra mascota, ya sea gato o perro, de acuerdo con su raza, tamaño y etapas de la vida, para que así cuidemos de la mejor manera posible a nuestro compañero”, recomienda Buenrostro.
Además de la visita regular al veterinario, Diamond recomienda:
- Desparasitar con frecuencia a tu mascota.
- Proporcionarle una alimentación sana y adecuada al tipo, tamaño y necesidades de nutrición.
- No descuidar su limpieza, sobre todo por la presencia de parásitos y enfermedades en la piel.
- Limpiar sus dientes con frecuencia.
- Motivarlo a realizar actividad física con juegos y paseos.
- Evitar cambios drásticos de temperatura y abrígalos en tiempos de mucho frío.
- Demostrarles que los quieres, pues el cariño ayuda a las mascotas a estar relajadas y libres de estrés.
Los síntomas más comunes a los que debemos prestar atención, y la razón de ello:
Inapetencia
En caso de enfermedad, el dejar de comer suele verse acompañado por otros síntomas: molestias bucales (gingivitis), vómitos y fiebre… ¡prestemos atención a ello!
Sacudida de cabeza
Este suele ser un síntoma indiscutible de un problema en sus orejas: infección o cuerpo extraño. La mascota está molesta e intenta resolver su problema a base de sacudidas. No utilicemos nunca métodos caseros para intentar aliviar su sufrimiento, una otitis mal curada suele ser el inicio de una otitis crónica. Dejemos la decisión del tratamiento a nuestro veterinario.
Parpadeo continuo
Si tu mascota guiña el ojo sin cesar será que le molesta algo y está intentando quitárselo de esa manera. En muchas ocasiones, este síntoma se acompaña por un incesante intento de rascado con las patas. Olvidémonos de los tratamientos caseros y pongámonos en manos de un médico profesional.
Vómitos
Es un acto reflejo que se produce cuando algo va mal en el aparato digestivo. Puede ser un simple problema debido a la glotonería, o un indicio de algo más grave, especialmente si es frecuente. Si vomita, pero se le ve alegre, podemos dejarle sin comer 24 horas y controlar que beba poca agua en muchas tomas. Después, volveremos a darle su comida. Si continúan los vómitos lo recomendable es ir al veterinario. Sin embargo, si desde el principio también tiene diarrea, decaimiento y/o fiebre, no esperemos y acudamos pronto a la clínica veterinaria.
Bultos
Nuestras mascotas también pueden sufrir la aparición de bultos, desde una verruga, un quiste sebáceo o hasta un tumor. Todas las protuberancias deben ser revisadas por un especialista. Una tumoración benigna no controlada puede acabar dando graves problemas.
Flujo vulvar
Las hembras emiten un flujo vulvar sanguinolento durante el celo, pero si emite este u otros fluidos fuera de este período y se presenta con un incremento en la ingesta de agua (polidipsia), así como con más orina de lo habitual (poliuria), hay que pedir cita de revisión.
Fiebre
Si creemos que nuestra mascota puede tener fiebre, debemos confirmarlo introduciendo un termómetro en el ano. Este es el único método seguro y fiable. Debemos apuntar que la temperatura normal de nuestros perros y gatos es bastante más alta que la nuestra (38,5º – 39º). Si verificamos que tiene una temperatura superior a la normal, visitemos a su especialista.
Cambios al orinar
Los desequilibrios en la orina, es decir, hace más pis de lo habitual, no hace casi nada o le sale sangre al hacerlo, indican que algo malo ocurre. Puede tratarse de cistitis, cálculos, problemas renales, entre otras enfermedades. Lo que haremos será acudir al profesional para averiguar qué ocurre y tratarlo lo antes posible.
Diarrea
Este desagradable síntoma puede aparecer como compañero de leves problemas o de graves patologías. Si los excrementos son blandos, una única vez controlaremos su comida y tomas de agua (que beba todo lo que necesita, pero pocas cantidades en muchas tomas). Si las diarreas son continuas y/o con otros síntomas, acudiremos al veterinario pronto.
Rascado
El rascado es algo natural, pero si lo hace continuamente y con desesperación, evidentemente algo le pasa. No esperemos hasta que el problema le autolesione.
El amor incondicional de tu mascota merece que estés al cuidado de su salud, considera que para ellos es complicado hacerte saber que se sienten mal, por eso es esencial observar cualquier cambio en el estado habitual de tu perro/gato. Te invitamos a seguir estos consejos otorgados por los expertos de Diamond, asimismo recuerda que actividad física y una alimentación balanceada a su medida será prioridad para mantener una vida más larga, saludable y feliz.