Durante la época invernal se viene un incremento de enfermedades estacionales que afectan de manera colateral a los ojos o, derivado de las condiciones climáticas propias del tiempo, se generan afecciones y malestares en los ojos, para los que debemos estar atentos.
En temporada de frío es común el incremento de enfermedades de las vías respiratorias, por ejemplo, los resfriados. Como sabemos, estas enfermedades se acompañan de sintomatología en el ojo, tal como ojo rojo, lagrimeo o incluso en ocasiones lagañas.
El aire frío es por lo general más seco en esta época que en el resto del año, lo que impacta de manera directa en la superficie ocular. El frío hace que los vasos sanguíneos disminuyan su grosor, lo cual puede disminuir la cantidad de nutrientes que requiere la superficie ocular; además los cambios bruscos de temperatura pueden ocasionar los conocidos “derrames” (hemorragias subconjuntivales).
Asimismo, los rayos UV son un factor del que debemos cuidarnos, incluso en condiciones nubladas. Aunque para nosotros puede ser imperceptible, los efectos de la luz solar en nuestros ojos no dejan de ser un motivo de cuidado.
Para el tipo de enfermedades relacionadas con infecciones de vías respiratorias, siempre las personas en los extremos de la vida son las más propensas: niños y adultos mayores, así como personas inmunocomprometidas.
En cuanto al ojo seco, las personas con mayor actividad pueden presentar con más frecuencia los síntomas: trabajadores, universitarios, etc. Y para problemas relacionados con los rayos UV, gente que visite lugares nevados para esquiar o vacacionar.
Los especialistas de Laboratorios Sophia recomiendan las siguientes medidas para prevenir los desagradables y molestos efectos de las condiciones climáticas invernales en nuestros ojos:
- Utilizar lentes con filtro UV siempre es necesario y en invierno no es la excepción, nos ayuda a evitar agresores físicos como el viento, polvo y rayos UV. Esto se vuelve imperativo si se piensa visitar por ejemplo un lugar nevado.
- Tener una adecuada higiene general de los ojos, pero en especial de los párpados.
- Usa lubricantes, si sientes resequedad o notas que tus ojos se enrojecen con facilidad.
- Las gotas vasoconstrictoras también ayudan, sobre todo con ojos rojos.
- Mantener una buena alimentación, con frutas y verduras.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura, en medida de lo posible.
La salud de nuestros ojos es fundamental y es importante seguir las recomendaciones de los médicos, expertos y especialistas.
- Los lubricantes ayudan a proteger y restituir la superficie ocular. Hay opciones para ojo seco recurrente o para el síntoma estacional, exacerbado con síntomas muy molestos en esta temporada. Recuerda que, si continúan las molestias, es preferible siempre visitar a tu oftalmólogo.
- La limpieza de párpados ayuda a que no se obstruyan los conductos que secretan el contenido oleoso de la lágrima. Esto puedes hacerlo simplemente con agua y jabón neutro, aunque existen productos especializados para ello.
- Por su parte los vasoconstrictores se utilizan en caso de ojo rojo; ayudan a mejorar la apariencia estética, al disminuir el grosor de los vasos sanguíneos. Sin embargo, hay que ser cuidadoso en su uso, no prolongarlo más allá de dos días, y en caso de no ver ninguna mejoría o empeoramiento de síntomas, visitar a su oftalmólogo.