El hierro es un mineral esencial que ayuda al cuerpo a realizar muchos procesos importantes. Una de sus funciones es ayudar a producir y mantener una sangre saludable.
El hierro es necesario para formar hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno por todo el cuerpo. Esta es una función sumamente importante, por lo cual la deficiencia de hierro puede tener consecuencias. “Los niveles bajos de hierro pueden hacer que tus tejidos y órganos obtengan sangre con un nivel de oxígeno insuficiente, lo que se llama anemia por deficiencia de hierro”, dice la Dra. Zuleikha Tyebjee, médica de atención primaria del Hospital Houston Methodist. “La deficiencia de hierro a menudo causa solo síntomas leves, pero si no se diagnostica ni se trata, puede afectar la calidad de vida de una persona y, en casos raros, puede ser signo de algún problema grave”. Lo que no es raro es la prevalencia de deficiencia de hierro, especialmente en las mujeres ya que entre el 12 y el 20% de ellas tienen anemia por deficiencia de hierro, según la Academia Estadounidense de Médicos Familiares. Pero ¿cómo saber si tienes síntomas de insuficiencia de hierro? Y en dado caso, ¿cómo sería el tratamiento?¿Por qué ocurre la deficiencia de hierro? “El hierro se encuentra naturalmente en muchos de los alimentos que comemos, y nuestros cuerpos almacenan de inmediato lo que no necesitamos”, dice la Dra. Tyebjee. “Pero estas reservas pueden agotarse por varias razones”. Sin duda la dieta también puede afectar los niveles de hierro y otras posibles causas de insuficiencia de hierro incluyen: • Ciclos menstruales abundantes • Embarazo, ya sea debido a que el cuerpo produce más sangre para el desarrollo del bebé o a la pérdida de sangre durante el parto. • Disminución de la capacidad para absorber el hierro, que podría deberse a factores como enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, infección por H. pylori o bien, por una cirugía para perder peso. • Bajo consumo de hierro en la dieta. • Sangrado crónico en el tracto gastrointestinal “La pérdida de sangre es generalmente la razón más común de los niveles bajos de hierro”, dice la Dra. Tyebjee. “Algunas de las causas son más graves que otras, por lo que es importante identificar y tratar la razón de esta deficiencia”. La especialista agrega que todas las mujeres embarazadas están en riesgo de insuficiencia de hierro, por lo que las vitaminas prenatales a menudo contienen hierro. Aun así, es importante trabajar con tu médico para verificar si hay deficiencia en las diversas etapas del embarazo; de esta forma se evaluará si es necesaria una suplementación adicional.
¿Cuáles son los signos de deficiencia de hierro?
En la mayoría de los casos, estar bajo en hierro solo causa síntomas leves, si es que existe algún síntoma. Si el agotamiento continúa y evoluciona en anemia por deficiencia de hierro, la prevalencia y la gravedad de los síntomas también pueden aumentar. Los síntomas de deficiencia de hierro pueden incluir: • Fatiga • Debilidad, especialmente durante la actividad física o el ejercicio • Irritabilidad • Cefaleas • Dolor en el pecho o dificultad para respirar • Antojos inusuales, como dulces • Síndrome de piernas inquietas “Informa a tu médico si experimentas alguno de estos síntomas”, recomienda la Dra. Tyebjee. “Afortunadamente, las pruebas de bajo nivel de hierro son tan fáciles como hacer un análisis de sangre”. ¿Cómo se diagnostica y trata la deficiencia de hierro? Si se sospecha un nivel bajo de hierro, el diagnóstico o descarte de una deficiencia comienza con un examen físico, preguntas sobre tu historial médico y algunos análisis de sangre. Se pueden usar varias pruebas de sangre para verificar los niveles de hierro, incluida la medición de ferritina (una proteína que almacena hierro) y la saturación de transferrina (una proteína que transfiere hierro a los glóbulos rojos). Los niveles bajos de estas proteínas sugieren anemia por deficiencia de hierro. “En algunos casos, puede no haber síntomas, pero detectamos una deficiencia potencial a través del análisis de sangre, al ver los resultados del conteo sanguíneo completo (CBC)”, agrega la Dra. Tyebjee. “Los estudios de sangre específicos de hierro se utilizan para determinar si realmente existe una deficiencia”. Corregir una deficiencia de hierro depende de la causa y la gravedad. Las píldoras de hierro son a menudo el primer paso, pero en algunos casos, un multivitamínico que contiene hierro puede ser todo lo que se necesita. “La suplementación oral con hierro es una forma segura, económica y efectiva de tratar la mayoría de los casos de anemia por deficiencia de hierro”, dice la Dra. Tyebjee. “Por lo general, toma alrededor de seis meses de suplementación para que las reservas de hierro vuelvan a la normalidad. En el caso de las razones más puntuales de deficiencia, como la cirugía de pérdida de peso, es posible que sea necesario tomar suplementos de hierro a largo plazo”. Tu médico te recomendará el tipo de hierro oral que funcione mejor para ti y además te proporcionará un horario y consejos para tomar este mineral esencial de manera efectiva. También es importante averiguar por qué tu hierro bajó en un principio. En algunos casos de deficiencia, las píldoras de hierro por sí solas nunca serán suficientes. Y aunque es raro, a veces puede relacionarse a una condición de salud grave. “A veces sabemos por qué alguien puede ser deficiente en hierro: embarazo, sangrado menstrual abundante o una razón conocida para reducir la absorción de hierro”, explicó la Dra. Tyebjee. “Sin embargo, cuando la causa no está clara, se necesitan pruebas adicionales para determinar si hay un problema subyacente. Nunca queremos dejar el sangrado del tracto gastrointestinal sin diagnosticar, por ejemplo”. Si hay una causa raíz crónica o insidiosa, identificarla y tratarla es fundamental para controlar tanto tu salud general como la deficiencia de hierro a largo plazo.¿Qué alimentos debes comer para la deficiencia de hierro? Los alimentos ricos en hierro incluyen: • Carnes magras, vieiras (callo de hacha) y aves de corral • Cereales y panes para el desayuno fortificados con hierro • La mayoría de los tipos de frijoles, lentejas y guisantes • Frutos secos y semillas, incluidas las almendras, las semillas de girasol y los cacahuates • Ciertas frutas, como ciruelas pasas secas, duraznos secos y jugo de ciruela pasa “El hierro está presente en gran parte de los alimentos que comemos y, como se mencionó, nuestros cuerpos también lo almacenan para su uso futuro”, explica la médica del Hospital Houston Methodist. “Debido a esto, la mayoría de las personas, incluso aquellas que no comen carne, no necesitan suplementos de hierro a menos que tengan un problema de salud que reduzca la absorción de hierro o cause sangrado”. Un último punto importante: si todavía estás preocupado por tus niveles de hierro, es importante consultar a tu médico antes de probar un suplemento de hierro, o incluso un multivitamínico que contenga este mineral, ya que consumir demasiado hierro también puede conllevar a otros problemas serios de salud.