El porteo es una práctica que ha existido desde tiempos remotos en muchas culturas alrededor del mundo por la necesidad de que las madres transportaran a los bebés de manera fácil y segura para hacer sus actividades y tenerlos cerca.
A partir de los primeros días de un recién nacido, el contacto físico es crucial, ya que ayuda con el vínculo y la conexión de un padre, madre o cuidador con el bebé para siempre. La unión se desarrolla mediante los sentidos, es decir, al sentir su presencia, el calor, el olor de piel, al practicar el porteo, se crea esta relación, los latidos del corazón reconfortan promueven el sueño y transmiten al bebé una sensación de protección y cercanía.
De acuerdo con una publicación de la Fundación UNAM, esta práctica se puede realizar también con un tradicional rebozo, con el cual se pueden mantener unidos los corazones de padres e hijos desde los primeros días de vida. “Entre las buenas razones está que los bebés pueden tener un sueño tranquilo y de mejor calidad y ayuda a disminuir el estrés porque al estar acunado en el pecho de sus padres reduce el llanto y la agitación, estabilizando el ritmo cardiaco y respiratorio”.
De acuerdo con Fabiola Frutis, especialista en Integración Sensorial de Dyorú y consultora de Boppy señala que “en los primeros meses y años de vida el cerebro continúa desarrollándose y es a través de los sentidos sensoriales que los bebes integran experiencias en aprendizajes. El contacto físico puede considerarse entonces como un contacto nutritivo o alimento para el cerebro, por ello el porteo es una práctica muy valiosa para los bebés y las familias”.
Se tiene conocimiento que, en algunas culturas, como la de los pueblos indígenas de América Latina y los pueblos nómadas de África y Asia, el porteo ha sido una práctica tradicional durante siglos. En estas culturas, desde tiempos remotos las mujeres han utilizado pañuelos, mantas, rebozos y otros tejidos para llevar a sus bebés mientras realizan tareas cotidianas, como recolectar alimentos o trabajar en el campo.
En las culturas occidentales, el porteo comenzó a ganar popularidad en la década de 1960 y 1970, cuando los movimientos de contracultura y las comunidades hippies promovían la crianza natural y el contacto físico entre padres e hijos. A partir de ahí, se han desarrollado y popularizado distintos tipos de portabebés, que han evolucionado para adaptarse a las necesidades de los padres modernos y las demandas de la vida cotidiana.
Beneficios del porteo
La especialista en Integración sensorial señala el contacto físico a través del porteo ha demostrado grandes beneficios en los bebes, algunos de ellos son:
- BIENESTAR FÍSICO: Las posturas que se utilizan en el porteo ayudan al bebe a tener una respiración mejor, regular su temperatura, regular sistema digestivo y sistema inmunológico para enfermar menos y estar más saludable.
- Ayudar a la producción de hormonas y mecanismos sensoriales (del tacto, sistema propioceptivo y sistema vestibular) en él bebe que lo ayudan a RELAJARSE, DORMIR MEJOR Y ESTAR MÁS TRANQUILO cuando esta despierto.
- Crear una comunicación con los padres y un vínculo como base para obtener la SEGURIDAD que le permite al bebé INTERACTUAR EN EL AMBIENTE Y APRENDER.
En las madres por su parte, favorece la lactancia materna al producir hormonas para aumentar la secreción de leche y disminuye la prevalencia de depresión postparto, además de ser útil para las familias ya que les permite tener libres las manos y la posibilidad de llevar cómodo y seguro a los bebés.
Boppy cree que los bebés y los padres merecen comodidad y tranquilidad. Por lo tanto, todos sus productos se diseñan pensando en la comodidad de los bebés y en la facilidad de uso para los padres tal como.
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