Cuando se acerca el final de la edad reproductiva, las mujeres experimentan una serie de cambios fisiológicos que anteceden y siguen a la menopausia por la disminución progresiva de la función ovárica, expuso la doctora Imelda Hernández Marín, quien detalló que a esa etapa que antecede se le conoce como transición a la menopausia y generalmente comienza a partir de los 45 años, pero en México el promedio se sitúa hacia los 48 o 49 años.
Hernández Marín agregó que la menopausia es un evento fisiológico que se presenta en todas las mujeres y se identifica por la ausencia de sangrado durante 12 meses consecutivos, lo que marca el fin de la etapa reproductiva de la mujer.
Algunas mujeres experimentan la menopausia a edades más tempranas (antes de los 40 años). Esta «menopausia prematura» puede deberse a una serie de anomalías cromosómicas, a trastornos autoinmunitarios o a otras causas desconocidas, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La especialista en ginecología endocrina y menopausia explicó que durante la menopausia, etapa de transición hormonal en la mujer, disminuye la producción de estrógeno en el ovario, que es una hormona sumamente importante en el cuerpo femenino, la cual cumple diversas y significativas funciones en el organismo.
Dicha disminución provoca la aparición de síntomas como irritabilidad, bochornos o calores, fatiga crónica, insomnio, disminución de la libido o deseo sexual y sequedad vaginal, entre los más frecuentes, explicó.
Lo anterior – agregó- “significa que absolutamente todas las mujeres pasaremos por esa etapa de la vida, ante lo cual es fundamental generar mayor conocimiento entre madres, hermanas, esposas, hijas, amigas, profesionistas, amas de casa, pero también en la sociedad en general, porque aún existen mitos y gran desconocimiento de la menopausia y algunos estigmas que deben platicarse con los profesionales de la salud, al tratarse de una etapa que es parte de la vida de las mujeres”.
Integrante de prestigiadas sociedades médicas tanto nacionales como internacionales, la doctora Hernández dijo que lamentablemente sigue siendo un tema “privado” que las mujeres prefieren vivir solas y normalizan los síntomas por los que están pasando debido a la pena o vergüenza y quizá al desconocimiento sobre el tema.
“Este tabú sobre la menopausia afecta no sólo la vida personal de cada mujer, sino también su entorno laboral pues sabemos que hasta 40% de las mujeres que trabajan reportan más de 6 síntomas asociados a la menopausia durante su jornada laboral”, dijo.
Incluso refirió que de acuerdo con la Fundación para la Menopausia de Canadá (Menopause Foundation of Canada), una de cada 10 mujeres dejará la fuerza laboral debido a la menopausia.
“La educación y el conocimiento sobre la menopausia son fundamentales para romper con los estigmas y permitir que las mujeres se sientan más cómodas al hablar sobre su experiencia y buscar el apoyo necesario durante esta etapa de sus vidas”.
La autora y coautora de 40 artículos nacionales e internacionales comentó que las pautas actuales internacionales de tratamiento sugieren que la terapia hormonal es el tratamiento más eficaz para los síntomas asociados a la menopausia. “El tratamiento se prescribe de acuerdo con las necesidades de cada paciente y con su estilo de vida, lo cual redundará en mejores resultados para su bienestar”.
También mencionó que de acuerdo con el perfil metabólico y cardiovascular de cada mujer existen diferentes vías de administración y dosis disponibles. “La vía de administración transdérmica puede ayudar a disminuir el riesgo de tromboembolismo venoso (coágulos en la sangre) y accidentes cerebrovasculares, además de controlar los síntomas relacionados con la menopausia”, dijo.
La OMS considera que el apoyo a la salud social, psicológica y física durante la transición menopáusica y tras la menopausia debería ser una parte integral de la atención sanitaria.
“Todas las mujeres deben acudir de forma periódica a evaluación con un especialista para prevenir complicaciones, detectar oportunamente riesgos inherentes a esta etapa de la vida y recibir un tratamiento adecuado para sentirse plenas”, concluyó la doctora Imelda Hernández Marín.