Entre 2000 y 2050 la proporción de personas con más de 60 años se duplicará en el mundo, pasará del 11% al 22% del total. La sociedad, por tanto, se está viendo transformada por este fenómeno demográfico sin precedentes. El informe ‘Con más canas que ganas’, elaborado por el equipo de Healthcare de LLYC, analiza el impacto global que tiene el aumento de la población adulta, las necesidades específicas de atención médica, los costos asociados, el acceso a medicamentos y cuidados, así como los desafíos que supondrá para los sistemas de salud. Además, aborda cómo la investigación, la tecnología y la comunicación pueden contribuir a contrarrestar y mejorar la vida de millones de personas.
En concreto, el informe defiende la necesidad de una estrategia de comunicación efectiva, con apoyo de la IA, para concienciar sobre el desafío y movilizar la sociedad civil, empresas y gobiernos en la búsqueda de un envejecimiento saludable. La Inteligencia Artificial permite interpretar información sobre las necesidades de los pacientes y tener un mejor entendimiento del problema.
“Se ha demostrado que la comunicación efectiva no sólo puede ayudar a establecer vínculos con los tomadores de decisiones, sino que puede también visibilizar un problema que requiere atención. La consultoría especializada en comunicación en salud es una gran aliada para este tipo de proyectos. Y la generación de datos con el uso de la Inteligencia Artificial permite tener mayor información sobre las necesidades de pacientes y cuidadores y es crítica en la planeación de proyectos”, asegura Javier Marín, director Sénior de Healthcare América en LLYC.
El informe recoge 6 recomendaciones para avanzar en el camino hacia un envejecimiento saludable:
● Diálogo urgente y voluntad política entre los principales actores. Es importante implementar políticas públicas para abordar este problema a nivel nacional, incluyendo acceso a medicamentos innovadores y tecnologías de salud. Además, se debe de considerar más el rol de los cuidadores, concienciando y creando programas específicos para abordar esta cuestión y brindar un adecuado respaldo a los que desempeñan un papel esencial en el cuidado de los adultos mayores.
● Un sistema de salud más preventivo que curativo. Es necesario cambiar el enfoque del sistema de salud, pasando de uno principalmente curativo a uno más preventivo. Es decisivo que la población alcance la edad adulta con menos enfermedades prevenibles, lo que aliviaría la carga sobre los sistemas de salud. Una comunicación efectiva puede fomentar la prevención y hábitos de vida saludables.
● Políticas públicas. Se requiere un consenso urgente entre diversos actores clave, como legisladores, grupos de la sociedad civil, gobiernos y la comunidad médica, para impulsar políticas públicas destinadas a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Se deben revisar las necesidades de infraestructura y desarrollar enfoques geriátricos que aborden la demanda médica de esta población.
● Entendimiento de pacientes y cuidadores. Las necesidades de los pacientes varían según factores como el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica y el entorno social y familiar. Es importante aprovechar las nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial y Big Data para recopilar y analizar información sobre los pacientes, lo que permitirá una comprensión más profunda del problema.
● Innovación y tecnología. Impulsar una vida saludable y conectada. La innovación desempeñará un papel cada vez más importante en la creación de un futuro más saludable y gratificante para las generaciones mayores. Los avances en la accesibilidad a medicamentos, vacunas, dispositivos médicos, aplicaciones de monitoreo, telemedicina, IA y robótica, entre otros, pueden reducir la necesidad de hospitalizaciones innecesarias y mejorar el seguimiento de tratamientos. Estas tecnologías pueden proporcionar herramientas suficientes para mantener a las personas mayores conectadas y tener un control de su salud y bienestar a largo plazo.
● El rol de las empresas y el valor de la comunicación. Las empresas no solo pueden participar en la investigación de medicamentos, sino que también pueden contribuir a la promoción de la prevención y el acceso a tratamientos que mejoren la calidad de vida en la vejez.
Un ejemplo de cómo la comunicación estratégica puede reducir el impacto negativo en la calidad de vida de los adultos mayores y en los sistemas de salud fue ‘Invisible soledad’. Esta campaña desarrollada por LLYC para Fundación BBK quiso visibilizar el problema de la soledad en la sociedad a través de la historia de Mercedes, una mujer de 88 años que generó empatía, concienciación y discusiones, alcanzando 148 millones de impresiones y aumentando el número de voluntarios en un 46%. Incluso impulsó una nueva estrategia gubernamental para abordar la soledad no deseada.
En definitiva, el informe “Con más ganas que canas” aborda diversos aspectos relacionados con el envejecimiento de la población y la necesidad de adaptar la infraestructura y los servicios de atención médica ante el proceso de envejecimiento que vivimos y las crecientes necesidades de los adultos mayores en todo el mundo.
Para lograrlo se requieren servicios de atención médica e infraestructuras de calidad. También una colaboración público-privada fluida, ya que es la vía para abordar las diferencias y promover la innovación en medicamentos y tecnologías para el cuidado de los mayores. En este contexto, son claves la consultoría y la Inteligencia Artificial con el fin de recopilar datos, además de un consenso y una conversación seria a nivel global en la población sobre el impacto del envejecimiento y cómo prepararse para abordar los desafíos que presenta la población de adultos mayores.