El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) y el Grupo Farmacéutico Neolpharma entregaron el Premio a la Innovación en Bionano: Ciencia y Tecnología 2023 a Roberto Sánchez Sánchez, por el desarrollo e implementación de una cubierta a base de piel porcina, nanopartículas de plata y células cutáneas que ayuda a la reparación de quemaduras de segundo grado.
Al encabezar la ceremonia de premiación, Alberto Sánchez Hernández, director General del Cinvestav, habló del papel de la institución en la contribución de proyectos en beneficio de la sociedad y de cómo este tipo de reconocimientos incentivan y fomentan la investigación científica.
“Es trascendente la forma en la que, a través del desarrollo de tecnología e innovación en México, se busca mejorar la calidad de vida de las personas”, comentó Sánchez Hernández.
En su participación, Diego Ocampo Gutiérrez de Velasco, vicepresidente de Innovación y Desarrollo del Grupo Neolpharma, mencionó que, desde hace 11 años, el Premio ha perseguido la generación de mecanismos que permitan establecer un vínculo entre los conocimientos del entorno académico y la industria.
Por su parte, Fernando Navarro García, investigador del Departamento de Biología Celular del Cinvestav y coordinador de la edición 2023 del Premio, destacó que la importancia de este galardón, radica en la comunión de dos grandes instituciones y su labor de incentivar la investigación en el área de la bionanotecnología.
Sánchez Sánchez, adscrito a la Unidad de Ingeniería de Tejidos, Terapia Celular y Medicina Regenerativa del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Guillermo Ibarra Ibarra, resultó ganador de esta convocatoria por su enfoque en la atención a las quemaduras, un problema de salud global, que según la Organización Mundial de la Salud, cada año, 180 mil personas mueren a consecuencia de este tipo de lesión, debido a que la superficie lesionada se infecta con facilidad.
El estándar para el tratamiento de las catalogadas como de segundo y tercer grado es el autoinjerto de piel, el cual, consiste en extraer quirúrgicamente un parche cutáneo de un área del cuerpo y trasplantarlo a la zona dañada; sin embargo, en quemaduras extensas hay pocos sitios en el paciente de los cuales se puede extraer piel sana.
Ante ello, el desarrollo reconocido con el Premio a la Innovación en Bionano: Ciencia y Tecnología 2023 se divide en dos partes: la primera que tiene la finalidad de restaurar y prevenir la pérdida de agua, consiste en una capa de piel porcina utilizada como andamio para el cultivo de fibroblastos, queratinocitos y células troncales mesenquimales, que constituyen la epidermis.
La segunda capa, cuya función es prevenir que se infecte la lesión, presenta como innovación el uso de nanopartículas de plata, que facilitan la cicatrización de heridas y mejora la deposición de la matriz extracelular.
Los productos de ingeniería de tejidos ya existentes, ofrecen una solución efectiva para tratar a pacientes quemados en situaciones donde la obtención de autoinjertos es limitada, pero hasta el momento no son tan accesibles en países de bajos ingresos.
De ahí, la importancia de esta alternativa de tratamiento que aprovecha el potencial de la piel porcina que, en conjunto con la nanocobertura, facilitan el desarrollo de una estructura celular y antimicrobiana, la cual mejora la cicatrización de heridas en pacientes quemados.
En una siguiente etapa, el proyecto busca reclutar a más pacientes para obtener datos que validen la terapia como tratamiento recurrente y se pueda avanzar en el desarrollo de estrategias innovadoras en la cicatrización de heridas y la regeneración de tejidos, proporcionando alternativas prometedoras a enfoques tradicionales.
El galardonado refirió que el Premio además de generarle orgullo y satisfacción, lo motiva a seguir trabajando para desarrollar soluciones a las problemáticas enfrentadas por la sociedad, y el estímulo económico representa una gran oportunidad para comprar equipo e instrumentación necesarios en su investigación.
En representación de Sánchez Sánchez, Carmina Ortega Sánchez, primera autora del artículo que plasma el proyecto, recibió el reconocimiento, del cual expresó sentirse muy orgullosa, pues la investigación que lleva más de ocho años, ha sido posible gracias a la colaboración de distintas instituciones como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares de la UNAM.