En México, más de la mitad de la población tiene problemas con su salud visual, siendo principalmente afecciones como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía las que más afectan a los pacientes; sin embargo, sólo una cuarta parte de ellos usan algún tipo de lente, por lo que resulta indispensable lanzar campañas de chequeo y tratamiento que reduzcan el riesgo de deterioro progresivo irreversible tanto en niños como en adultos.
“Es importante resaltar que en el país el 90% de las personas que requieren algún tipo de corrección visual refractiva y no acuden con un especialista, por lo tanto, no tienen una buena visión para desempeñarse en sus actividades cotidianas como conducir, pasar largas horas en dispositivos electrónicos como celulares, laptops, tablets, computadoras, trabajar con herramientas o maquinarias y otras tantas que requieren una agudeza visual importante”, aseguró Dina Ramírez, optometrista y CEO de ópticas Nueva Visión.
Y es que a pesar de que mucha gente, presenta síntomas o ya posee un diagnóstico sobre el estado de su vista, el desentendimiento y argumentos de tipo estético sobre su apariencia han reducido el uso de lentes, poniéndoles en peligro de daño irreversible, sobre todo a quienes padecen enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, pues son más propensos a desarrollar cataratas, glaucoma y retinopatía diabética.
De los 12.4 millones de personas que viven con diabetes en México, más de 2 millones 500 mil padecen cataratas oculares y 700 mil tienen un deterioro visual avanzado, un 10% las desarrollan al llegar a los 50 años, pero el margen se incrementa de manera alarmante hasta en un 80% después de los 80 años de edad.
“La sinergia con el Gobierno Federal en el trabajo a la detección, tratamiento y chequeo periódico, de al menos cada 8 meses, es el camino que requerimos para alcanzar los objetivos que persigue el Programa de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030, ya que la visión no solo es un tema de salud pública, sino también un tema estrechamente ligado al aprovechamiento académico en jóvenes y niños, además de un factor importante en aspectos de productividad laboral en los adultos”, aseguró Ramirez.
Bajo ese mismo tenor, la optometrista considera pertinente que además de los certificados generales de salud que cada ciclo escolar solicita la Secretaría de Educación Pública para inscribir a los niños en las escuelas, se solicite uno similar enfocado en salud visual, pues muchos niños no se dan cuenta que padecen un problema visual y no es hasta que el rendimiento escolar comienza a mermar, cuando los padres agotan todas las posibles causas hasta que se percatan que el problema en realidad no era cognitivo, sino de aspecto óptico.
El panorama es complicado no sólo para México sino también a nivel global, ya que la Organización Mundial de la Salud en su último Informe Mundial sobre la Visión, pronostica que en la próxima década al menos 20 millones de personas desarrollarán errores de refracción óptica, por lo que es conveniente que los chequeos se conviertan en una práctica periódica, a fin de prevenir y abordar cualquier malestar de manera oportuna.
“En Nueva Visión, hemos implementado paquetes de servicio que abordan específicamente la detección con tecnología como la torre de adaptación de progresivo que determina la rotación espacial dentro del ojo para capturar la medición adecuada y con cero márgenes de error en cada paciente, la cual nos permite brindarles a nuestros clientes, soluciones eficientes para la afectación óptica que tiene. Además de que también cuidamos de su imagen y estilo de vida mediante modelos de armazones de marcas prestigiosas para quien decida portar sus anteojos con un estilo único, pues les ayudará no solo a perder la apatía por usar unas gafas con aumento, sino también a mejorar su autoestima”, finalizó la experta.