El asma es la décima octava causa de enfermedad a nivel nacional en México, con más de 137 mil casos registrados en 2022. Por su parte, el asma grave representa de 5 a 10 % de la población total con asma, de acuerdo con el Anuario de Morbilidad 1984-2022.
“El asma es una enfermedad pulmonar que provoca afectaciones respiratorias, se debe a la inflamación y estrechamiento de las vías aéreas. Es más común en niñas y niños, sin embargo, afecta a personas de todas las edades. La OPS/OMS están comprometidas a mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la vigilancia del asma a través de los esfuerzos de la Cobertura Universal de Salud y el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el control del as ENT”, señaló la Dra. Mariana Rodríguez de la Cerda, Consultora Nacional de Enfermedades no Transmisibles de la OPS/OMS México.
Por su parte el Dr. Robert Camargo Ángeles, del Centro Nacional de Programas Preventivos y control de Enfermedades de la Secretaría de Salud señaló que para la atención sostenible del asma en México es necesario: institucionalizar la normatividad a nivel sectorial; atender los determinantes de la salud (salud en todas las políticas); tener una accesibilidad resolutiva y permanente en el tiempo, crear circuitos de atención sistematizados, homologados y sectoriales; realizar una transversalidad de la atención; fomentar la participación ciudadana y contar con un financiamiento continuo acorde a las necesidades reales. Para poder llegar a esto es muy importante la participación ciudadana en la toma de decisiones.
Apuntó que es necesario que cada persona sea responsable de su enfermedad, que acuda al médico y que los profesionales de la salud puedan satisfacer la demanda de la población.
Aconsejó crear una estrategia de realización e interpretación de la espirometría, un “Train the trainers”. Un programa estatal (capacitación, asesoría en espirometría), una jurisdicción sanitaria, capacitación y jornadas de atención médica.
Puntualizó la necesidad de contar con accesibilidad y abasto de insumos para el diagnóstico y formalizar las herramientas diagnósticas. “Hay que tener acceso y abasto desde el primer nivel de atención”.
La Dra. Erika del Carmen López Estrada, titular de la Clínica de asma en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias sostuvo: “A nivel mundial más de 260 millones de personas la padecen y es responsable de 450 mil muertes cada año, la mayoría de las cuales se pueden prevenir, es muy lamentable que sigan muriendo personas a causa de esta enfermedad. Alrededor de 3.6% a 4% de las personas con asma padecen asma grave, este grupo requiere mucha atención porque requiere más de la mitad del gasto por asma”.
El lema para este año del Día Mundial del Asma es “La educación sobre el asma empodera y la información es la llave” es muy significativo porque nos invita a ponernos al tanto de los avances esta enfermedad. Actualmente ha habido evolución del concepto, tratamiento y el diagnóstico, por lo cual es importante la atención personalizada sobre todo a los pacientes de asma grave.
Al ahondar más sobre este padecimiento dijo: “Sabemos que tenemos una enfermedad que implica la cobertura de un concepto sombrilla, porque no es la misma enfermedad para todos, tenemos un fenotipo, el cual debe ser visible, medible, causal y endotipo, porque ese es el proceso para profundizar en el seguimiento, diagnóstico y atención de los pacientes con asma, no hay que quedarnos en los síntomas como la tos o las sibilancias, hay mucho que investigar sobre la enfermedad antes de dar un diagnóstico y tratamiento”.
La especialista aseguró un buen tratamiento requieren de un buen diagnóstico, por lo que ha habido iniciativas nacionales y mundiales para difundir el uso adecuado de herramientas diagnósticas como la espirometría, la cual permite confirmar la obstrucción variable e irreversible a flujo aéreo o la variabilidad de flujo.
Apuntó que ha habido una evolución en el tratamiento del asma, ahora no solo se reducen los síntomas o se da medicación de alivio. “Ya no se trata solo de reducir los síntomas con corticosteroides sistémicos, monoterapia Beta-2 agonistas de acción corta o cromonas, ahora se puede transitar a los biológicos, inmunoterapia con alérgenos, terapia de precisión y evaluar la respuesta del paciente y/o ajustar el tratamiento. Hay opciones terapéuticas como mepolizumab, resizumab, benrazumab”.
Actualmente se puede hablar de medicamentos preventivos, con beneficios a largo plazo, que sean modificadores de la enfermedad, con una eficacia colateral y tratamientos individualizados y seguros.
Porque los pacientes con un asma mal tratada presentar mucha afectación en sus relaciones personales, presentan fatiga, no pueden realizar actividad física, se sienten solos, tienen limitaciones sociales por lo que es necesario atenderlos y ofrecerles mejores tratamientos, puntualizó.
El Dr. Sebastián Rodríguez Llamazares, neumólogo y asesor de Salud Justa Mx habló sobre la detección, manejo y tratamiento del asma grave: “Necesitamos educar al primer nivel de atención sobre el tema del asma, educación poblacional y educación médica, esto traería como beneficio disminuir los costos para el sistema de salud, ofrecer un tratamiento personalizado y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
“Algunos pacientes necesitan grandes cantidades de medicamento, pero siguen con los síntomas, cuando estamos ante una situación así, pensamos: puede ser que no tenga asma, que tenga otra enfermedad, que no tengan una buena técnica para usar el medicamento o que tenga otro padecimiento que empeora con el asma”, aseguró.
Una persona con asma grave tiene efectos adversos a los medicamentos a dosis altas, siguen deteniéndose cada vez que caminan. Estos pacientes requieren medicamentos altamente especializados, necesitan un equipo de cuidado, un plan de acción personal.
El asma requiere un manejo multidisciplinario y migrar, en algunos casos, a la medicina personalizada. Para ello se requiere tener un estudio de fenotipo para poder prescribir los medicamentos adecuados para cada paciente con asma grave. Una medicina personalizada puede reducir los costos económicos para el sistema de salud y mejorar la calidad de vida del paciente.