Las enfermedades cardiovasculares (ECV), como las cardíacas y la ateroesclerosis coronaria, se definen como un grupo de desórdenes que afectan directamente al corazón y vasos sanguíneos.
En nuestro país, este grupo de enfermedades constituye un problema de salud pública, siendo el resultado de padecimientos como hipertensión, diabetes mellitus, cardiopatía reumática, enfermedad renal crónica, entre otras.
Las enfermedades cardiovasculares más comunes son:
- Infarto al miocardio: se debe a la formación de ateroesclerosis en las arterias coronarias, con obstrucción del flujo sanguíneo (ya sea por trombo o placa), produciendo muerte de las células cardiacas.
- Infarto cerebral: sucede cuando se detiene el flujo sanguíneo del cerebro y al no poder recibir oxígeno y nutrientes, las células cerebrales comienzan a morir en minutos.
- Estenosis aórtica: afectación en la válvula aórtica que ocurre por la acumulación de depósitos de calcio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año, se estiman alrededor de 1,7 millones de muertes por este padecimiento.
La prevalencia se ve influenciada significativamente por factores de riesgo modificables. La hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, y tabaquismo, son los principales contribuyentes a estas enfermedades en el ámbito nacional. Estos factores de riesgo, a su vez, están estrechamente vinculados con hábitos de vida y condiciones socioeconómicas, subrayando la importancia de abordajes integrales en la prevención y tratamiento de las ECV.
Estadísticas del INEGI (2024) reportan que, en México en el primer periodo de enero a junio de 2023, las dos principales causas de defunción fueron:
- Enfermedades del corazón con 97,187 casos (25%)
- Diabetes mellitus con 55,885 casos (14%)
En este sentido, el Dr. César Eduardo Hernández Fonseca, cardiólogo intervencionista, egresado del Instituto Nacional de Cardiología y vocero especializado de PiSA Farmacéutica, menciona que los principales síntomas de la cardiopatía isquémica incluyen:
- Falta de aire (disnea) al realizar esfuerzos y que en ocasiones se acompaña de opresión en el pecho, mareos, sudoraciones profusas y frías,
- Dolor en cuello y boca del estómago, que en ocasiones se puede irradiar a los brazos, predominantemente a la cara interna del brazo izquierdo.
Es muy importante saber identificar estos síntomas de forma temprana, principalmente en pacientes que padecen alguna otra enfermedad de las comentadas previamente. Ya que el tratamiento debe ser oportuno para poder mejorar el pronóstico y calidad de vida del paciente, evitando un infarto agudo al miocardio.
El tratamiento consiste en recuperar el flujo sanguíneo del vaso afectado. Esto se logra, además de con los medicamentos, a través de un procedimiento llamado angioplastia y que se realiza con una técnica llamada cateterismo. Después de haber restaurado el flujo, el paciente debe continuar con su medicamento por tiempo indefinido, para prevenir otro evento y ayudar a la recuperación del corazón.
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