Sabemos que mantener un funcionamiento adecuado del sistema inmune ayuda a protegernos de enfermedades, de ahí que sea tan relevante construir hábitos positivos que nos ayuden a lograrlo. Parte importante de la formación de hábitos es aprender a elegir las cantidades y tipos de alimentos que nos aporten necesarios como pueden ser fibra, proteína, vitaminas y minerales, entre otros.
Las vitaminas son un tipo de nutrimento que nuestro cuerpo requiere en cantidades relativamente pequeñas, por lo que se les conocen como micronutrimentos, los cuales están involucrados en numerosas funciones vitales en nuestro organismo y cuya deficiencia puede afectar el estado de salud en general. El cuerpo humano solo es capaz de sintetizar algunas vitaminas como la vitamina D, aunque este proceso no se considera del todo eficiente, por lo que siempre se recomienda obtenerlas de fuentes externas como los alimentos para asegurarnos de cumplir con los requerimientos diarios.
Cada una de las vitaminas tiene una funcionalidad distinta, muchas de ellas trabajan como antioxidantes o coenzimas que son esenciales para diversos procesos metabólicos que suceden todo el tiempo al interior de nuestras células, de tal forma que actúan en todos nuestros órganos y sistemas. Algunas de las vitaminas que están relacionadas con el sistema inmune incluyen la vitamina C, la vitamina D, el ácido fólico, la vitamina A y la vitamina B12, todas con una acción distinta que las convierte en vitaminas que pueden ayudar a reforzar o fortalecer nuestras defensas.
La vitamina B12, además de formar parte de las vitaminas del complejo B, está relacionada con la utilización de energía en el cuerpo, además tiene la función de apoyar la formación de glóbulos rojos en la sangre y la síntesis del material genético en las células, procesos que de llevarse a cabo adecuadamente, influyen positivamente sobre todos los tejidos y las células, incluidos los del sistema inmune; además se ha observado que esta vitamina puede estar relacionada con la actividad de los linfocitos T y los macrófagos, células de defensa del organismo.
Incorporar suficientes cantidades de Vitamina B12 en nuestra alimentación requiere identificar alimentos que pueden ser fuente de ella, si bien los alimentos de origen animal como la carne y la yema de huevo se caracterizan por brindar un buen aporte de esta vitamina, también existen opciones de origen vegetal como como la avena y los cereales fortificados que pueden ser buena fuente.
Con información de Quaker® 3 MINUTOS®
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