La OMS señala que a nivel mundial 466 millones de personas tienen pérdida auditiva discapacitante.
La sordera es una condición que afecta a millones de personas a nivel mundial. Aunque la dificultad de comunicación a menudo representa una barrera entre los oyentes y quienes no escuchan, los deportistas con discapacidad han demostrado que practicar algún deporte es una actividad accesible para todos.
Las personas que cuentan con algún dispositivo auditivo consiguen practicar deporte e incluso participar en competencias con mayor facilidad, ya que muchas de estas tecnologías se han adaptado a las necesidades de quienes las utilizan.
Una historia de éxito que merece ser contada es la de Yuliam Enríquez Díaz, un joven de 20 años de Bogotá, Colombia, que actualmente estudia en la universidad. Es nadador y ha representado a su país en diversas competencias, como los Juegos Sordolímpicos en Turquía y ha ganado múltiples medallas en su disciplina. Desde los 8 años, Yuliam cuenta con un implante coclear. La primera vez que entró al agua con el dispositivo, pudo escuchar todo lo que estaba a su alrededor: el sonido del agua, las burbujas y la gente fuera de la piscina, incluyendo a su entrenador, quien está orgulloso de su rendimiento y esfuerzo.
A medida que iba creciendo, el uso de audífonos no fue suficiente para Yuliam, por ese motivo optaron por un implante coclear. Fue un proceso muy largo, en el cual estuvo acompañado por sus familiares, profesionales y recibió terapias constantes. El uso de este dispositivo le ayudó a mejorar su habla y a la percepción de los sonidos. La historia de este joven es un claro ejemplo del impacto positivo de las soluciones auditivas en los deportistas con hipoacusia.
Las causas más comunes de sordera incluyen factores genéticos, condiciones de nacimiento, infecciones, medicamentos ototóxicos y envejecimiento, entre otros factores. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo sufren de pérdida auditiva discapacitante, una cifra que resalta la importancia de abordar esta condición desde diferentes ángulos, incluyendo el deportivo.
Entre los múltiples beneficios del deporte, se destaca su impacto positivo en la salud auditiva y su capacidad para prevenir la vida sedentaria en personas con sordera. Una vida sedentaria puede empeorar problemas de salud que contribuyen a la pérdida auditiva y agravar condiciones a largo plazo como la demencia, la depresión, la hipertensión y problemas psicológicos.
“Los avances tecnológicos han permitido que los dispositivos auditivos sean cada vez más pequeños y cómodos, facilitando su integración en una rutina deportiva. Por ejemplo, los implantes cocleares llegan a restaurar parcialmente la audición en personas con pérdida auditiva severa. Combinados con las terapias y un seguimiento profesional desde la detección temprana, estos dispositivos han ayudado a muchos deportistas a mejorar su percepción del entorno y, en consecuencia, su rendimiento en el deporte”, indica la Dra. Jimena Atuán Rodas, médico especialista en Audiología y Gerente de Soporte Clínico MED-EL.
La pérdida auditiva y otras discapacidades no constituyen una barrera insuperable en el ámbito deportivo. Con adaptaciones adecuadas y soluciones avanzadas, los atletas logran competir y destacarse en sus disciplinas. Además, el apoyo de instituciones oficiales y el creciente enfoque en la inclusión deportiva son fundamentales para avanzar hacia una sociedad más accesible para todos.
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