El 26.7% del total de los recién nacidos en el país la presentan dentro de los primeros 3 días de vida.
La Sepsis no solo ataca a la población adulta, sino que también se presenta en bebés recién nacidos: tan sólo en el Instituto Nacional de Perinatología (INPER) de México se ha identificado a la sepsis como la tercera causa de fallecimientos neonatales.
Actualmente, 26.7% de los neonatos son diagnosticados dentro de los primeros 3 días de nacidos, periodo en el que las infecciones pueden ocasionar enfermedades de por vida e incluso volverse mortales, especialmente si no son tratados rápidamente y de manera adecuada.
Por ese motivo, es esencial que la afección sea atendida de manera oportuna; sin embargo, su tratamiento se obstaculiza debido a que los síntomas de infección en los recién nacidos son difíciles de identificar.
Además, la necesidad de un diagnóstico temprano no es el único factor que requiere atención, sino también el tratamiento que se les da a los pacientes. Para combatirla, es muy común prescribir antibióticos, pero su uso excesivo durante los primeros 7 días de vida conlleva consecuencias negativas duraderas, como la resistencia a los antibióticos y alteraciones en la composición y función de los microorganismos que viven en el intestino.
Acerca de la situación actual de este padecimiento, el Dr. Salvador Ríos, director Médico de Baxter Healthcare para México, Centroamérica y el Caribe, menciona que la magnitud de este problema refleja una necesidad urgente de mejorar los protocolos de diagnóstico y tratamiento, así como de equipamiento médico en las estancias hospitalarias, pues a nivel mundial, la sepsis es responsable del 25% de las muertes neonatales.
“Nuestra experiencia en el suministro de dispositivos médicos para hospitales, nos ha permitido conocer las necesidades que tienen las Unidades de Atención Médica de primer contacto y servicios de urgencias -a donde llegan muchos de los pacientes con sepsis- por lo que hemos notado que el tratamiento efectivo contra esta afección depende, en parte, de la tecnología con la que cuenta el personal de salud. Como esta infección colapsa el funcionamiento de múltiples órganos, es esencial contar con herramientas que monitoreen al paciente en todo momento para que los especialistas tomen las mejores decisiones”, comenta.
Frecuentemente, la sepsis en adultos o en bebés con más de una semana de vida es producto de infecciones contraídas en el entorno hospitalario. No obstante, en recién nacidos ocurre al ser transmitida de la madre al bebé durante el parto natural o ante la falta de leche materna, la cual fortalece el sistema inmune del neonato, por lo que se debe administrar desde la primera hora de vida.
La sepsis se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de manera extrema a la infección, provocando una disfunción en múltiples órganos. Su atención oportuna requiere de la colaboración entre las instituciones médicas, la capacitación constante del personal de salud mexicano, la mejora del equipo médico en las estancias hospitalarias y el apoyo de la iniciativa privada. Sobre todo, considerando que las tasas más elevadas de este padecimiento se registran en los países de bajos ingresos económicos.