La pérdida de audición causada por la exposición a ruidos intensos en el entorno laboral es un problema cada vez más común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Muchos trabajadores no son conscientes del daño que estos entornos pueden causar en su salud auditiva hasta que ya es irreversible.
Los trabajadores de fábricas, construcción o aeropuertos suelen estar expuestos a niveles altos de sonoridad que superan los límites recomendados, lo que puede causar daños permanentes en el oído. La exposición prolongada a sonidos por encima de los 85 decibelios (dB) puede dañar las células del oído interno y desarrollar algún grado de tinnitus.
Uno de los principales problemas derivados de la exposición a ruidos extremos, como los generados por maquinaria pesada, motores o trabajos de perforación, es el tinnitus, también conocido como acúfeno, una condición que causa la percepción de un zumbido constante en los oídos. Además, la exposición prolongada a estos tonos puede dañar las células del oído interno, que no se regeneran una vez afectadas, lo que conduce a una pérdida auditiva permanente.
“La exposición continua a potencias sonoras extremas en el entorno laboral es una de las principales causas de pérdida auditiva en adultos. A medida que las células del oído mueren, la capacidad auditiva disminuye progresivamente, afectando tanto la comunicación como el bienestar emocional. La detección oportuna es clave para prevenir daños mayores, ya que un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia, ofreciendo soluciones tecnológicas adaptadas a cada caso”, indica Dulce María García Jacuinde, Médico audióloga y de soporte clínico en MED-EL México.
Aunque la pérdida auditiva por exposición al ruido no siempre es inmediata, el daño al oído llega a presentarse con el paso del tiempo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la pérdida de audición discapacitante como aquella que supera los 35 decibelios (dB). Esta condición puede afectar uno o ambos oídos y generar dificultades para oír conversaciones o sonidos fuertes.
En muchos casos, los trabajadores no son conscientes de la gravedad de la situación hasta que comienzan a experimentar síntomas como dificultad para oír conversaciones, zumbidos persistentes, dolores de cabeza, secreciones, entre otros síntomas. Sin embargo, cuando se detecta a tiempo, existen soluciones avanzadas y tratamientos que mejoran significativamente la calidad de vida de los afectados, desde audífonos hasta implantes cocleares.
Es fundamental señalar que la hipoacusia puede tener consecuencias psicológicas y sociales, ya que las personas afectadas suelen enfrentar aislamiento, ansiedad y depresión debido a las dificultades para interactuar con su entorno. Aunque es difícil eliminar por completo todos los riesgos en ciertos ambientes laborales, la implementación de medidas adecuadas y un seguimiento oportuno pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Fotos: Cortesía