De acuerdo con cifras de la UNAM, más de la mitad de la población joven (63.8%) padece de ojo seco, una afección común que ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o cuando éstas se evaporan demasiado rápido. Esto hace que se sientan secos, irritados y con sensación de arenillas.
Existen muchas causas para esta condición, pero algunas de las más comunes son envejecimiento, ambiente seco, uso excesivo de dispositivos electrónicos, ciertos medicamentos como antihistamínicos y antidepresivos, enfermedades como artritis reumatoide y lupus, cirugía ocular y uso de lentes de contacto.
El Dr. Alejandro Babayán Sosa, Oftalmólogo y director Médico del Hospital de la Luz, comenta: “Gran parte de los pacientes de ojo seco tienen alteración de los párpados y de las glándulas que producen grasa, por lo cual, muchas veces se requieren tratamientos más avanzados como luz pulsada intensa o corrientes eléctricas que destapan las Glándulas de Meibomio”.
Para identificar un procedimiento integral que preserva la vista, los especialistas acuñaron el concepto Spa de Ojo Seco. “En principio puede ser un término vinculado a lo estético; sin embargo, se trata de un proceso bien establecido y cuyos beneficios son medibles en cuanto a la mejora de la película lagrimal y de los síntomas, que son sensación de basurillas, ardor, enrojecimiento crónico. Esto incluye terapias físicas muy especializadas que favorecen a la superficie ocular”, agrega el Dr. Babayán, también vocero de Sun Pharma.
Entre los beneficios más notables están el alivio de los síntomas, incremento en la calidad de vida y prevención de complicaciones a mediano y largo plazo. “Sin embargo, como en toda la medicina, antes de acudir a realizar un procedimiento, es importante corroborar que sea un médico certificado por el Consejo de la especialidad, ya que no son tratamientos que se puedan hacer en cualquier lado, en primer lugar porque tienen efectos que se deben conversar. Por otro lado, más allá de la atención oftalmológica, es fundamental abordar el entorno social y psicológico de las personas, ya que hay muchos estudios que demuestran la relación entre ojo seco, ansiedad, depresión o trastornos del sueño”, asevera el Dr. Babayán Sosa.