Además de la crisis de salud mundial causada por el COVID-19, la doctora Jacqueline Alejandra González Landgrave, pediatra neonatóloga, lanzó un mensaje de alerta sobre el peligro que representa el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) que anualmente causa 33 millones de infecciones de vías respiratorias bajas en niños menores de 5 años a nivel global, de los cuales, 3 millones requieren hospitalización y 60 mil mueren.
De acuerdo con estimaciones internacionales, en el 2015 ocurrieron en todo el mundo entre 48 mil y 74 mil muertes debido a infecciones causadas por el VSR en menores de 5 años, mientras que en México se calcula que la tasa promedio anual de mortalidad derivada de enfermedades respiratorias es del 6.8%.
En este sentido, la también representante de la asociación Con Amor Vencerás, A.C., resaltó que “si alguien conoce de primera mano el sufrimiento y temor que provoca el VSR –distanciamiento social, aislamiento, altos costos en atención médica, pérdida de fuentes de ingreso y miedo a perder la vida– son precisamente los padres de bebés prematuros, con cardiopatías congénitas o problemas respiratorios crónicos”, refirió.
La doctora Gonzálea Landgrave explica que el VSR puede infectar a personas de todas las edades y las infecciones más graves se producen en las poblaciones más vulnerables: recién nacidos prematuros, bebés con cardiopatías congénitas (bebés que nacen con enfermedades cardiacas), pequeños con enfermedades pulmonares y adultos mayores.
Las infecciones causadas por el VSR pueden ser muy graves y pueden requerir de hospitalización, incluso soporte ventilatorio y cuidados intensivos. La inflamación ocasionada por la infección por VSR puede provocar síntomas respiratorios recurrentes como tos, sibilancias persistentes durante meses o años.
En cuanto a las formas de contagio, la doctora Jacqueline González comentó que “es importante alertar que el VSR se contagia también muy fácilmente por medio de secreciones nasofaríngeas, generalmente cuando la persona infectada estornuda y las gotas caen en ojos, nariz o boca de alguien más, o bien si esas secreciones caen en superficies u objetos y éstos son tocados con las manos de alguien que posteriormente las lleve a su nariz, boca u ojos”, advirtió.
Respecto de los síntomas, la doctora González refirió que varían de acuerdo con la edad del paciente y enfatizó que en la edad pediátrica la bronquiolitis es la presentación clínica más frecuente, usualmente iniciando con síntomas como rinorrea hialina (moco nasal fluído y transparente), tos y fiebre. “La bronquiolitis se caracteriza por inflamación y congestión de vías aéreas bajas, obstrucción de las mismas, tos, fiebre y sibilancias al respirar, condicionando dificultad respiratoria de variable intensidad y, en el peor de los casos, el fallecimiento del paciente”, explicó.
En cuanto a las prácticas de prevención, señaló que, si bien no existe una vacuna contra el VSR, sí existe una intervención preventiva segura para evitar que se desarrolle un cuadro respiratorio grave en población de riesgo: por medio de la administración de una inmunización, un anticuerpo monoclonal que reduce de manera significativa la posibilidad de infección, así como las hospitalizaciones derivadas de las complicaciones que ocasiona el VSR.
Finalmente, la licenciada Ilein Bolaños González, Directora General de Con Amor Vencerás, A.C., y miembro del Consejo de GLANCE (Global Alliance for Newborn Care), dijo que es importante concientizar e informar a la población, especialmente a los padres de familia, sobre las implicaciones clínicas del VSR pues, a pesar de ser el principal causante de infecciones respiratorias graves en niños menores de un año, es desconocido para la mayoría.
“Este desconocimiento provoca que muchas veces familiares y amigos critiquen o presionen a los padres de bebés prematuros o enfermos por el ‘exceso’ de medidas preventivas con sus hijos, esperamos que la situación actual generada por el COVID-19 ayude a concientizar a la población sobre la importancia que tienen estas medidas de prevención las cuales, en el caso del VSR, son fundamentales especialmente cuando se trata de niños de alto riesgo”.
Agregó que la inmunización es clave sobre todo para los pacientes más vulnerables y enfatizó que “debemos apostar por la medicina preventiva ya que genera grandes beneficios en la salud del paciente, en la estabilidad emocional y económica de su familia, la productividad laboral y tiene el potencial de reducir la carga de los sistemas de salud, generando un uso más eficiente de los recursos públicos”, apuntó.