minientrada Largas horas de atención dificultan la alimentación del personal médico

 

Como primera línea de defensa contra la pandemia de coronavirus, el personal de salud dedica muchas horas a la atención médica que las personas necesitan. Durante sus turnos, el uso de equipo de protección personal (EPP), que incluye protectores faciales o lentes, mascarillas, batas y guantes, les ayuda a permanecer seguros mientras atienden a los demás. Sin embargo, usar el equipo de protección durante largos períodos de tiempo les puede dificultar la nutrición e hidratación diaria que requieren para salvaguardar su propia salud.

La Dra. Mafalda Hurtado, directora Médica en Abbott, nos cuenta sobre algunas medidas que los trabajadores están realizando para mantenerse saludables y fuertes, así como también la forma en la que pueden incorporar estas mejores prácticas de nutrición en su rutina diaria.

A corto plazo, mantenerse hidratado y llevar una dieta rica en nutrientes puede ayudar a prevenir la deshidratación, la cual puede causar dolores de cabeza, mareos, fatiga, desmayos, un ritmo cardíaco acelerado y otros síntomas. A largo plazo, una alimentación adecuada puede ayudarte a evitar las deficiencias de vitaminas y minerales, así como respaldar el sistema inmune, el cual es clave para mantenerse saludable y apoyar la recuperación cuando nos enfermamos.

Los trabajadores de la salud que están en el frente tienen una pequeña ventana de tiempo cada día para comer e hidratarse por lo que es especialmente importante que se concentren en nutrientes que satisfacen su hambre y sus necesidades nutricionales. Aquí compartimos cuatro nutrientes que deben priorizarse en la dieta:

  1. Proteína: La ingesta adecuada de proteínas puede ayudar a las personas a sentirse satisfechas durante períodos más prolongados a lo largo del día. Para obtener más de este nutriente, intenta distribuir la ingesta a lo largo del día y consume proteínas de alta calidad con cada comida.

Algunas fuentes de proteínas de alta calidad incluyen pollo, pescado, huevos, lácteos, productos de soya, frijoles, legumbres, en menor cantidad nueces y semillas. Si no puedes sentarte a comer, aquí es donde puedes tomar una bebida de alimentación especializada, la cual tiene nutrientes para apoyar el sistema inmune y es una buena fuente de proteínas.

  1. Fibra: La fibra contribuye a la sensación de saciedad. Un estudio reciente concluyó que en comparación con los participantes que consumieron un bollo con bajo contenido de fibra, los participantes que comieron un bollo hecho con almidón resistente (un tipo de fibra) experimentaron una disminución de los niveles de hambre durante tres horas después de comerlo.

La fibra también ayuda con la digestión de los alimentos y ayuda al cuerpo a absorber nutrientes críticos. Se encuentra en cereales integrales, frijoles, legumbres, frutas y verduras.

  1. Grasas saludables: Las grasas tienen 9 calorías por gramo, en comparación con las 4 calorías por gramo de los carbohidratos y las proteínas. Comer alimentos con grasas saludables o buenas como nueces, aceitunas, semillas, aguacate, coco, algunos aceites vegetales, pescado graso y soya puede ayudarte a satisfacer las necesidades calóricas diarias más fácilmente, especialmente cuando se está en constante movimiento.
  2. Vitaminas y Minerales: Cumplir con las recomendaciones diarias de vitaminas y minerales es importante en la construcción de un sistema inmune saludable. Específicamente, las vitaminas A, C, E y el mineral zinc pueden ayudar a fortalecer el sistema inmune.

Las vitaminas A, C y E se pueden encontrar en productos de origen vegetal y animal, como frutas y verduras, productos lácteos, carne y nueces. Y el zinc se puede encontrar en la carne de res, pollo, yogur y legumbres.

¿Cómo lograr una hidratación duradera?

Los trabajadores de la salud que usan equipos de EPP deben ser más diligentes para mantenerse hidratados. Sin embargo, incluso aquellos de nosotros que podemos beber agua libremente durante el día, corremos el riesgo de deshidratación.

Para promover la salud inmune y mantener la energía durante el día, recomendamos que los profesionales de la salud que están en el frente implementen algunas de estas tácticas de hidratación:

  • Beber mucha agua después del trabajo. Cuando terminan sus turnos, los trabajadores de la salud deben beber una cantidad generosa de agua para mantenerse hidratados durante todo el día. Sin embargo, no deben sobrecargar su cuerpo con agua, porque eso puede causar sobrehidratación y perdida de electrolitos. Toma agua hasta que la orina sea clara o de un color amarillo pálido, lo que significa una hidratación adecuada. Para asegurar un consumo adecuado de líquidos, puedes agregar sabor al agua con rodajas de frutas o hierbas frescas.
  • Utiliza una solución con electrolitos. Cuando es difícil tomar un descanso para tomar agua, beber una solución de electrolitos es una forma en que los trabajadores de primera línea pueden mantenerse hidratados. Ya sea que te estés preparando para un maratón o estés a punto de hacer un turno doble, una solución de rehidratación avanzada puede ayudarte a prevenir la deshidratación leve a moderada que suele provocar el calor, el ejercicio u otras pérdidas de líquidos.
  • Come frutas y verduras ricas en agua. Una de las mejores formas en que los trabajadores de la salud pueden optimizar su hidratación a lo largo del día es consumiendo alimentos ricos en agua y nutrientes, como pepino, apio, pimientos y sandía. De acuerdo con la Academia de Nutrición y Dietética, se puede obtener hasta un 20% de las necesidades diarias de líquidos solo de los alimentos.

 

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