minientrada Discuten sobre impuestos saludables en foro de la Cámara de Diputados

Durante el foro virtual Impuestos saludables para mitigar la mortalidad por COVID-19 convocado por la Cámara de Diputados y Salud Justa Mx, en el marco de la votación de la miscelánea fiscal, se expuso la necesidad de implementar impuestos saludables a tabaco y a bebidas azucaradas para reducir la mortalidad por COVID-19, ya que estos productos provocan varios de los principales factores de riesgo que agravan dicha enfermedad.

El diputado Manuel Huerta, del grupo parlamentario del PT y secretario de la Comisión de Salud, quien ha encabezado las propuestas para incrementar los impuestos al tabaco y a bebidas azucaradas, señaló que “frente a los desafíos que el COVID-19 plantea en materia de salud y económica, el poder legislativo no puede seguir expectante, asumiendo un rol pasivo, a pesar de las acciones realizadas por el Gobierno Federal, ya que estamos lejos de que termine la pandemia.

“No planteo nuevos impuestos, sino actualizar los valores de los que ya existen y veo en los impuestos saludables una vía para ello; los impuestos saludables mitigan los casos por enfermedad y al mismo tiempo suman recursos económicos que pueden ser usados para la prevención y atención de enfermedades”. Gastamos más en reparar los daños del tabaco que lo que se recibe fiscalmente de las tabacaleras, agregó.

Al exponer la experiencia en México en la implementación del impuesto a bebidas azucaradas, la Dra. Arantxa Colchero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública dijo que a partir del incremento del impuesto a bebidas azucaradas en 2014 se redujo 7.6% la compra de esos productos y subió 2.1% la compra a bebidas sin impuesto, como el agua embotellada. Hubo mayores reducciones en los hogares con bajo nivel socioeconómico y en quienes son mayores consumidores de bebidas azucaradas. Con respecto al impacto económico, señaló que no se registraron educciones en el empleo ni en las ventas en tiendas comerciales.

“Un incremento de la cuota específica de 1.49 pesos por cigarro contribuiría a reducir la brecha de presupuesto de salud; podría incrementar en 24% los recursos del INSABI (cuyo gasto per cápita disminuyó en alrededor de mil pesos), indicó el Dr. Héctor Juan Villareal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) además de desincentivar el consumo y aumentar los recursos en el sector salud”.

Además comentó: “Los Ieps o impuestos saludables no son la panacea, no van a resolver todos los problemas del sector salud. México tendrá que gastar más para tener un sistema de salud como se espera en un estado moderno, pero la asignación directa de los impuestos va en la dirección correcta, incluso, la industria podría estar dispuesta a conversar”.

Tonatiuh Barrientos, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional (CISP) del Instituto Nacional de Salud Pública expuso que las personas con obesidad tienen 43% de posibilidad de agravar por COVID-19, quienes viven con diabetes, 87% y las hipertensas, 77%. Estas enfermedades crónicas se relacionan con el consumo de bebidas azucaradas y para reducir estos riesgos e impactos de tal consumo es necesario incrementar los impuestos ya que está comprobado que esta política logra tal reducción.

Por cada peso que se gasta en el impuesto, obtenemos 4 pesos a cambio en gastos en salud que vamos a ahorrar. Si duplicamos el impuesto a 20%, cada peso ahorra 7 pesos. Aumentar los impuestos ahora provoca menor consumo y más salud”, concluyó.

Alrededor de 50 mil muertes están asociadas al consumo de tabaco, que podrían evitarse con mejores políticas públicas, expresó la Dra. Belén Sáenz de Miera, Investigadora de la Universidad de Baja California Sur; subir el impuesto al tabaco evitaría enfermedades y muertes prematuras, pues tal impuesto salva vidas. Subir 1 peso por cigarro podría evitar 42 mil millones de costos además de contribuir a recaudar 16 mil 200 millones adicionales, que se podrían utilizar para reforzar el sistema de salud.

Por otro lado expuso que no existe relación directa entre el comercio ilícito y el impuesto al tabaco como lo han querido hacer ver las tabacaleras “solo el 8.8% de las cajetillas que se consumen en México son ilícitas, cuando la industria argumenta sin argumentos que lo sustenten, que es el doble”.

Por su parte Ana Larrañaga, Coordinadora de la Coalición ContraPESO dijo que “los impuestos saludables nos permiten reducir la carga futura de enfermedades no transmisibles mientras que se generen ingresos para la salud. Los impuestos son una política de salud necesaria dentro del marco de una estrategia integral”.

Para finalizar, Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, añadió que “…ante la crisis de salud pública por la que atraviesa el país provocada por el COVID-19, existe una imperiosa necesidad de aprobar iniciativas como éstas, de aumentar los impuestos al tabaco y a bebidas azucaradas. Es muy importante que se tomen este tipo de medidas para lograr reducir los efectos negativos del tabaco y las bebidas azucaradas en la salud de las personas. No debemos perder de vista que nuestro interés por mejorar la salud pública de México es irreconciliable con los intereses de la industria tabacalera”.

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