“El trabajo contra el mercado negro o ilegal en materia de dispositivos médicos es una labor de tiempo completo, no solo en tiempos de pandemia, sino también en cualquier momento. Hemos fortalecido la vigilancia a través de la COFEPRIS, pero también de manera directa con el control de calidad de las empresas”, señaló Fernando Oliveros, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), en conferencia de prensa organizado por Expo Med.
Indicó que han hecho un esfuerzo muy importante para abrir un esquema alternativo de “fast track” ante la COFEPRIS para poder hacer que las pruebas reactivas de COVID-19 que no existían sean aprobadas porque si no hay un registro medico sanitario, un aval de salud y calidad no es imposible comercializar un producto.
Hicimos un esfuerzo en la asociación, porque sabemos que en este tiempo de pandemia, el precio se vuelve un factor importante e hicimos un compromiso entre las empresas de la asociación para mantener los costos estables, a pesar de la volatilidad de la moneda, indicó Oliveros.
“La industria está completamente abierta a competir con cualquier país del mundo, la infraestructura de manufactura que tiene México es de primera calidad; 160 mil empleos directos, 6 veces más indirectos y un nivel de calidad sumamente alta”, indicó Fernando Oliveros.
México es el proveedor de dispositivos médicos más importante de Estados Unidos, el octavo exportador en el mundo y el principal en Latinoamérica, lo que contribuye a que dicha industria genere el 0.13% del PIB total nacional. Asimismo, la industria de dispositivos médicos genera 136 mil 321 empleos, de acuerdo con datos de 2016.
Se estima que en los últimos 20 años el progreso de la tecnología para la salud ha resultado en 25% de decremento en discapacidades y 56% de reducción en días de hospitalización, es decir, gracias a los Dispositivos Médicos la población ha ganado 3.2 años de vida saludable.
“Nuestro país tiene un plataforma sumamente competitiva, el problema de la tecnología tiene que ver con la falta de utilización de la misma. Hay una cosa muy relevante, en México cada peso que invierte el Gobierno Federal en un producto médico hecho y fabricado en nuestra nación, le regresa a la economía local entre 30 y 40 centavos; mientras que sí ese mismo peso se pone afuera de México, solamente regresan 10 centavos de cada peso”, finalizó.