De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), la salud mental ha tenido y tendrá graves consecuencias en la población mundial, con un posible aumento de suicidios y de trastornos mentales en un futuro, es por ello que se recomienda tanto al sector privado como al público priorizar la atención psicológica en este año que empieza.

Un estudio realizado por la OMS en 130 países señala que la pandemia de COVID-19 ha perturbado o paralizado los servicios de salud mental esenciales del 93% de los países del mundo, en tanto que aumenta la demanda de atención de salud mental, así mismo, también señala que cerca del 90% de los jóvenes presenta ansiedad como resultado de la pandemia; más de mil millones de estudiantes de casi todos los países han sufrido las consecuencias del cierre de establecimientos educativos; y uno de cada seis jóvenes del mundo ha perdido el trabajo durante esta crisis.

En tanto en México, de acuerdo con el estudio HÉROES (2020), citado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de 849 médicos mexicanos, el 45.1% se ha notado agobiada/o y en tensión más de lo habitual debido a la pandemia.

“México tan solo destina en 2.4% de su gasto en salud mental, por ello reconocerla como una prioridad no es suficiente, las empresas deben de asegurarse hoy más que nunca de destinar recursos financieros, personal y herramientas que protejan la salud mental de sus empleados”, mencionó Annel Lozano, Subdirectora en Estrategia de Salud Be Well en Lockton México.

En América Latina “más del 75% de los trabajadores de salud están preocupados por contraer la COVID-19 y prácticamente todos están angustiados por transmitírsela a sus seres queridos”.

La COVIDiSTRESS Global Survey,  encuesta en la que participaron personas de 56 países, destaca que la población en México está cerca de los niveles altos de estrés debido a la pandemia, siendo la población femenina la más vulnerable de padecerlo,  es indispensable que las organizaciones cuiden la integridad y la salud física y mental de los trabajadores mexicanos.

Asimismo, la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne señaló que las enfermedades de salud mental constituyen una epidemia silenciosa que ha afectado a América Latina mucho antes del COVID-19, con depresión y ansiedad como dos de las principales causas de discapacidad.

La investigación  indica que un tercio de los pacientes que se recuperan de la enfermedad, pueden tener cambios duraderos en su estado de ánimo, y sufren de ansiedad o depresión.

El uso de la tecnología será crucial para las empresas, ya que a través de la telemedicina, la inteligencia artificial o las aplicaciones móviles, se controlarán y combatirán la expansión de padecimientos mentales y físicos.

“Las compañías deberán trabajar de manera efectiva en proporcionar servicios de atención psicológica esto se puede hacer a través de proveedores de programas de atención al empleado, ya sea vía telefónica o mediante plataformas virtuales, establecer políticas de manejo de cargas de trabajo, horarios efectivos, manejo de liderazgo, el enfoque asertivo hacia las nuevas tendencias de comunicaciones: el uso de chatboots, musicoterapia, terapia de biofeedback, apoyo tanatológico y sobre todo fortalecer la vinculación con programas de engagement dentro de la compañía hacia los colaboradores”, mencionó Annel Lozano, Subdirectora en Estrategia de Salud Be Well en Lockton México.