La obesidad es una enfermedad crónica, multifactorial y a menudo progresiva que impacta severamente en la salud de los mexicanos y está relacionada con padecimientos como enfermedades cardiacas, diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias, apnea del sueño, 19 tipos de cáncer en mujeres y 16 en hombres, entre otros, además de ser un factor de riesgo para agravar la salud de los pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2.
Por ello, el Día Mundial de la Obesidad es un día para reflexionar y difundir el conocimiento que permita brindar a los pacientes un tratamiento multidisciplinario e invitar a romper paradigmas, fortalecer modelos de vida saludables, y propiciar la atención emocional de los pacientes.
Tener un Índice de Masa Corporal (IMC) de 30 o más incrementa el riesgo en 27% de presentar complicaciones más severas por COVID-19, mientras que si el IMC es de más de 40, el riesgo se duplica.
Donna Ryan, profesora emérita de Pennington Biomedical Research Center dijo que el crecimiento de la obesidad infantil ha pasado de 7.5% en 1996 a 15% en 2016 y se espera que ésta aumente en 60% en la próxima década, con lo que se alcanzarán los 250 millones de infantes con obesidad en el mundo.
El doctor Simón Barquera, director del Centro de Investigación de Salud y Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública comentó que en México, la nutrición ha cambiado sustancialmente, como lo demuestra la última Encuesta Nacional de Salud en donde se estableció que únicamente el 22% de los niños de 5 a 11 años consume verduras, el 85.7% ingiere bebidas no lácteas endulzadas y el 64. 6% come botanas y dulces, productos que no necesitan para tener un adecuado desarrollo y que reemplazan por alimentos como legumbres, oleaginosas, verduras y frutas,
Indicó que de la población de 12 a 19 años, el 24.9% come verduras, el 85.7% debidas no lácteas endulzadas, el 53% ingiere botanas y dulces, mientras que el consumo de verduras en niños más pequeños es de 19%; de frutas, 47.8.%, de bebidas no lácteas endulzadas, 82.4% y botanas y dulces, 62.7%. “Sin embargo, en México, un millón 300 niños, tienen talla baja, un indicador de desnutrición crónica contrastado con el 35% de los niños que viven con obesidad, 38% de los adolescentes y 35 % de los adultos. Por ello no podemos permitir dar poca seriedad al problema de la obesidad”.
Ricardo Luna, presidente de Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO) indicó que la obesidad debe verse como un padecimiento serio, crónico y de largo plazo que en tiempos de COVID incrementa el riesgo de padecer complicaciones severas.
Por todo ello, se ponderó la necesidad de crear estrategias de prevención de la obesidad desde la edad pediátrica hasta la población adulta. Al respecto, el doctor Julio Morfin, gerente Médico de Ifa Celtics mencionó que este padecimiento debe ser atendido de forma seria, ética, brindando soluciones farmacológicas efectivas y desarrollar programas de educación médica continua.
La SMO dio a conocer que ha organizado la “Ruta de Aprendizaje World Obesity Day 2021” para apoyar a los profesionales de la salud a reflexionar y explorar las acciones prioritarias en materia de tratamiento para la Obesidad durante la pandemia.