Actualmente se estima que 850 millones de personas en el mundo viven con cierto grado de enfermedad renal y es una complicación asociada a personas con patologías como diabetes mellitus e hipertensión arterial. El padecimiento renal crónico provoca al menos 2.4 millones de muertes al año, mientras que la lesión renal aguda, afecta a más de 13 millones de personas a nivel mundial.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI, informa que, en 2018, la enfermedad renal crónica fue la causa número 10 de muerte en México, y según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, 6.2 millones de mexicanos que viven con diabetes tiene daño renal en alguna de sus etapas.
La enfermedad renal crónica (ERC) es definida por la National Foundation Kidney Disease Outcome Quality Initiative (NK/DOQI) como el daño que modifica la estructura y funcionamiento de los riñones por más de tres meses.
Por ello y en el marco del día Mundial del Riñón, cuyo lema es en este 2021: “Viviendo bien con enfermedad renal”, permite crear conciencia sobre la importancia de preservar la salud de nuestro riñones y reducir el impacto de la ERC, señaló el doctor Antonio Méndez Durán, nefrólogo y coordinador de programas médicos, planeación de la infraestructura médica de la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS.
La diabetes mal controlada puede afectar seriamente la función de los riñones, al igual que el hiperparatiroidismo, los pacientes con enfermedad renal crónica en diálisis y los que recibieron un trasplante de riñón pueden presentar excesiva secreción por la hipertrofia, manifestándose con prurito, dolores óseos, calcificación de tejidos blandos y alteraciones bioquímicas. Es de suma importancia dar el seguimiento oportuno ya que el hiperparatiridismo es una enfermedad poco conocida, pero de sumo cuidado.
Con la llegada de la COVID-19, los esfuerzos hospitalarios se enfocaron en salvar la vida de quienes se contagiaron del virus, aunque otras enfermedades como la insuficiencia renal no pararon y pusieron en riesgo la vida de más de 150 mil mexicanos que la padecen.
En 2020 se reportaron más de 9,178 muertes a causa de la enfermedad renal crónica (INEGI) y 17,022 casos de trasplantes de riñón fueron detenidos por falta de espacios en los hospitales públicos o por no contar con recursos económicos para pagar este tipo de cirugía, de acuerdo con datos del CENATRA.
Diversas acciones se dieron a conocer como la del Centro Mexicano Pro Donación Renal (Pro- Renal) A.C. que invita a formar parte de su campaña Reactivemos Vidas, para crear conciencia y apoyar a personas con insuficiencia renal, quienes no cuentan con el dinero para realizarse un trasplante y, desafortunadamente, su vida depende de esto.
De acuerdo con el Dr. Eric Vélez, director médico de Pro- Renal “pocos saben que la enfermedad renal crónica es uno de los padecimientos más grandes y silenciosos en México, que se desarrolla lentamente y puede traer graves complicaciones de salud, ocasionando hasta la muerte”. Afortunadamente, existen ya tratamientos que pueden frenar su avance y otorgar a los enfermos una segunda oportunidad de vida; el problema es que su costo puede ascender hasta los 400 mil pesos mexicanos, un monto que pocas personas pueden solventar.
Por su parte, la Asociación ALE, además de rememorar el Día Mundial del Riñón, continuará con las campañas de donación de órganos y de más acciones en pro de los pacientes, sus familias y la salud de los mexicanos.
Por otro lado, el Dr. Ricardo Correa-Rotter, médico especialista en nefrología y jefe del Departamento de Nefrología y Metabolismo Mineral del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ) mencionó que: “En tema de salud, la prevención suele ser la primera indicación, y este año, el Día Mundial del Riñón, busca reforzar los hábitos saludables que debemos implementar, como tener una dieta balanceada, hacer ejercicio, revisar de manera constante los niveles de azúcar y presión arterial, tomar suficiente agua potable, no fumar y evitar la ingesta excesiva de medicamentos comunes.”
Asimismo, Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio comentó que “En cuanto una persona tiene un diagnóstico de enfermedad renal crónica, es importante que esté en constante comunicación con sus médicos para tener la información correcta. Cuando a mí me tocó vivir esta enfermedad, después de haber perdido a mi padre por el mismo padecimiento, tenía mucho miedo porque creía que yo iba por el mismo camino.” Añadió: “Ahora puedo replicar estas enseñanzas, así fue el surgimiento de la fundación y el proyecto NEF, con el objetivo de compartir información sobre la enfermedad a las personas que están transitando con ella y a sus familiares.”
Recomendaciones
Ingesta adecuada de agua: 1.5 a 3 litros de agua
Reducir el consumo de carne a 2 o 3 veces por semana
Disminuir la cantidad de sustancias preservadoras y conservadoras (nefrotóxicas)
Evitar la automedicación
Reducir el peso corporal
Incrementar el consumo de frutas y verduras
Evitar el tabaquismo
Controlar la glucosa y el colesterol.