Una alimentación de mala calidad es un factor determinante de diferentes patologías crónicas, como son la diabetes mellitus, la hipertensión arterial sistémica y algunos tipos de cáncer, entre otras enfermedades. Así, se ha visto que dietas ricas en grasas saturadas, ácidos grasos trans e hidratos de carbono refinados, junto con un bajo aporte de antioxidantes y fibra, son perjudiciales para la salud.
De acuerdo con el “Estudio de los Siete Países”, liderado por Ancel Keys entre 1958 y 1964, el cual comparó los hábitos dietéticos de Estados Unidos de Norteamérica, Japón, Finlandia, la antigua Yugoslavia, Italia y Grecia. La encuesta arrojó que se tenía una menor mortalidad por enfermedad coronaria y general y se alcanzaba una mayor expectativa de vida en los países mediterráneos, particularmente en Grecia.
Así fue como se denominó la dieta mediterránea, la cual se asocia especialmente a beneficios cardiovasculares, se caracteriza por una baja ingesta de carnes rojas y un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, frutos secos y pescado, señaló el Dr. Alberto Molás, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition.
A continuación, enumeró las principales características de la dieta mediterránea.
1) Limita el uso de grasas saturadas, como aquellas provenientes de la mantequilla, la leche entera y las carnes rojas.
2) Favorece el alto consumo de grasas monoinsaturadas, contenidas principalmente en el aceite de oliva.
3) Favorece el equilibrio entre ácidos grasos polinsaturados como son omega-6 y omega-3, estos deben de existir en balance que favorezca entre 3 y 5 veces más omega-6 que omega-3, el problema es que la dieta de occidente supera por mucho esta recomendación, provocando así los efectos indeseados del omega-6.
4) Limita el aporte de proteína derivada de animales terrestres, especialmente carnes rojas y favorecer el consumo de proteína con base en pescados, mariscos y frutos secos.
5) Favorece una alta ingesta de antioxidantes, presentes en frutas, verduras, aceite de oliva virgen, especias y hierbas, y una copa de vino al día (150 ml.).
6) Propicia el alto consumo de fibra, proveniente de alimentos de origen vegetal como verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos.
No olvidemos que, aunque la dieta mediterránea sea la más recomendada, debemos de equilibrarla y evitar los excesos, por lo cual te recomiendo que visites a un especialista en el área de la nutrición quien además podrá darte recomendaciones sobre actividad física y estilos de vida saludables. Recuerda que es mejor prevenir que lamentar.
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