Los suplementos alimenticios son productos nutricionales destinados para complementar la dieta habitual de personas sanas y representan un aliado en la nutrición. Permiten que la población pueda incrementar la ingesta de nutrientes, complementando así la dieta habitual y contribuyendo a mantener un estado óptimo de salud en las personas.
En el último año la categoría de suplementos alimenticios ha crecido notablemente en Latinoamérica, al grado en que, en algunos países como Colombia, Perú, Chile, o Brasil, el consumo de estos productos alcanza a más del 47% de la población; sin embargo, la falta de conocimiento e información científica y verídica es un gran reto que enfrenta la industria, por esta razón la ALANUR contribuye a aclarar 8 de los principales mitos con base en información extraída a través de documentos científicos y encuestas de consumo que fueron desplegadas en los últimos años en diversos países de Latinoamérica.
1 MITO: Los suplementos alimenticios son medicamentos.
REALIDAD: Esta idea viene del hecho de que ambos se venden en presentaciones farmacéuticas orales, es decir, en forma de capsulas, tabletas, polvo, entre otros. Sin embargo, el propósito de uso de cada uno es absolutamente diferente. Los medicamentos están diseñados para tratar y aliviar enfermedades; en cambio, los suplementos su propósito principal es complementar la dieta habitual diaria.
2 MITO: Solo un especialista de la salud los puede recomendar.
REALIDAD: Si bien la opinión de un especialista siempre será importante para tomar las mejores decisiones sobre nuestra alimentación; gracias a que los suplementos alimenticios son de libre venta por su naturaleza alimentaria y muy bajo riesgo, no es necesaria su autorización para consumo en personas sanas.
- Las personas que tienen una correcta alimentación no necesitan suplementos.
REALIDAD: En el sentido estricto, esto puede ser correcto. Sin embargo, hoy las estadísticas internacionales y encuestas de salud pública, han demostrado que los humanos descuidan drásticamente su nutrición debido a un estilo de vida acelerado, mayor exposición a factores de riesgo y más estrés metabólico que nunca. Por lo tanto, los suplementos se han vuelto una herramienta legítima para apoyar a una nutrición responsable con base al ritmo de vida e intereses de cada persona.
4 MITO: Nadie vigila o controla la venta de suplementos alimenticios.
REALIDAD: Cada país posee organismos especializados que vigilan muy de cerca a los suplementos alimenticios en el mercado. Hay una robusta estructura regulatoria que vigila y regula cada aspecto de un suplemento alimenticio, desde sus ingredientes, calidad y etiquetado hasta incluso su publicidad.
5 MITO: Los suplementos prometen tratar y aliviar enfermedades.
REALIDAD: Los suplementos alimenticios llevan como único propósito apoyar y/o complementar la alimentación diaria de cualquier persona sana. Los suplementos alimenticios no son diseñados o formulados para tratar o curar ninguna enfermedad. Toda empresa que ofrezca supuestos suplementos alimenticios con fines terapéuticos se encuentra totalmente fuera de la ley y representa un riesgo para la salud.
6 MITO: Los suplementos alimenticios, una categoría de nicho o asociada al precio.
REALIDAD: El consumo de suplementos se encuentra muy extendido entre la población de Latinoamérica en diferentes sectores y perfiles. El consumo de suplementos alimenticios en varios países de Latinoamérica demuestra que la clase social que más los consume es la clase media; estadísticas indican que, en países como Brasil, Colombia, Chile y Perú, en promedio 42.7% de los consumidores son de clase media.
7 MITO: Son los entrenadores de gimnasio quienes prescriben suplementos alimenticios.
REALIDAD: Si bien en la práctica del ejercicio pueden promoverse, el promedio de los consumidores en Latinoamérica visita al médico y nutricionista de manera regular y mantiene hábitos saludables. Datos obtenidos en países seleccionados de Latinoamérica, en promedio, el 58% practica actividad física, el 67% visita el médico con frecuencia, mientras que el 50% al nutricionista y el 57% considera que tiene una alimentación saludable. Además, que la recomendación de consumo proviene en un 48% de profesionales de la salud, como pueden ser médicos, nutricionistas o farmacéuticos, aunque recordemos que ésta no es requerida obligatoriamente para su consumo.
8 MITO: Los suplementos son comercializados en espacios de dudosa reputación.
REALIDAD: Los suplementos alimenticios son productos respaldados por evidencia científica y cumplen con estándares de calidad y seguridad, así como las normativas y regulaciones del lugar donde se comercializan. Se pueden obtener mediante diferentes canales válidos y legales como: farmacias, tiendas especializadas, supermercados y mediante venta directa de las empresas que así los comercializan. Estadísticas indican que las compras de los consumidores son originadas en Farmacias, seguido de Tiendas Especializadas, Supermercados, Venta Directa e Internet.
Así, ALANUR destaca que es imprescindible informarse adecuadamente sobre la compra y consumo de productos nutricionales para la salud. “Es ideal que la población conozca adecuadamente la categoría para mantenerse siempre al cuidado de su salud”.