Antes de la pandemia por COVID-19, expertos de la industria de la salud predecían que la telemedicina en 2020 se convertiría en parte importante de la atención médica gracias al avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas a la salud, así como al uso generalizado de Internet en los hogares y el aumento de los teléfonos móviles y otros dispositivos.
Tras el confinamiento por la emergencia sanitaria, la telemedicina superó dicha visión y se convirtió en aliado perfecto para la atención médica vía remota, pero también provocó la potencial exposición de más de 40 millones de registros de pacientes en 2020 según reveló el estudio Breach Barometrer 2021. Ante las medidas de confinamiento para reducir la propagación del virus, el número de teleconsultas aumentó debido a que permite la comunicación interactiva en tiempo real entre el paciente y el médico a distancia, evitando el desplazamiento hasta el hospital o consultorio médico y garantizando la asistencia sanitaria sin riesgos.
Luis Fornelli, Country Manager de Tenable México, comentó que la rápida adopción de servicios de telemedicina ha llevado a un aumento significativo de la huella digital y de la superficie de ataque, lo que pone en riesgo los datos del ecosistema de salud. Según el estudio Breach Barometrer 2021 los incidentes de hacking aumentaron un 42% en el 2020. Sucedieron 758 filtraciones de datos en dicho año, un aumento del 32.5% desde 2019 de las cuales, 470 fueron incidentes de hacking.
Luis Fornelli destacó el uso de la telemedicina en las redes y herramientas más habituales de nuestro día a día como WhatsApp, que de acuerdo a la consultora de investigación y análisis Statista es una de las aplicaciones más utilizadas en México a nivel personal y profesional.
“Los expertos de la salud deben ser conscientes de que no todas las plataformas que permiten realizar ‘videoconsultas’ son válidas o cumplen con las obligaciones legales referentes a la política de privacidad y de tratamiento de datos personales”, mencionó el directivo. Proteger el ecosistema de salud a distancia debe ser una prioridad, ya que los ojos de la ciberdelincuencia estarán puestos en el crecimiento que esta industria reporta a diario.
Se estima que el tamaño del mercado de la telemedicina superará los 175,000 millones de dólares en 2026, según un informe de Global Market Insights. Salud para los sistemas de telemedicina A decir de Luis Fornelli, la industria de la salud debería abordar la ciberseguridad de la misma manera que lo haría con los pacientes, por lo que tendrá que asegurarse de no poner en riesgo la salud de los datos:
- Triage de vulnerabilidades. De la misma manera que los profesionales médicos clasifican a los pacientes, la telemedicina debe priorizar y corregir las vulnerabilidades que tienen más probabilidades de apuntar e impactar a sus procesos.
- Inocular la causa raíz. Si bien, el elemento humano es un factor en algunos casos, la mayoría de las infracciones pueden prevenirse o, como mínimo, impedirse mediante la aplicación de parches a las vulnerabilidades de destino. La salud de la red se puede mantener mediante revisiones periódicas.
Por último, Luis Fornelli enfatizó que si algo está claro es que la atención médica seguirá siendo un objetivo de la ciberdelincuencia en 2021. “Debemos repensar la implementación de políticas que rijan la privacidad de los pacientes y la confidencialidad respecto a la transferencia, almacenamiento e intercambio de datos entre los profesionales de la salud, para evitar el riesgo antes de que los ciber atacantes puedan causar un mayor daño”.
Fotos: Pixabay