Actualmente, la prevención de enfermedades es más importante que nunca. Existen infecciones, como la varicela, que normalmente son leves, pero en ciertas personas se pueden llegar a presentar complicaciones graves. La prevención primaria ha ayudado a reducir estos casos y la frecuencia de esta enfermedad.
La varicela es una enfermedad altamente contagiosa causada por el virus de varicela-zóster (VVZ) que se manifiesta con un sarpullido que se convierten en ampollas llenas de líquido, las cuales producen comezón y al final se convierten en costras.
El sarpullido puede aparecer primero en la cara, pecho y espalda, luego se transmite a diferentes partes del cuerpo. Comúnmente las ampollas tardan una semana en convertirse en costras.
Otros signos y síntomas que pueden aparecer uno o dos días antes de la erupción, incluyen los siguientes:
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Dolor de cabeza
- Cansancio y sensación de malestar general
Este padecimiento se propaga de las personas contagiadas a aquellas que nunca han tenido la enfermedad o no recibieron la prevención primaria. La varicela se contagia a través de secreciones de nariz y boca de un paciente infectado a una persona sana. Las personas contagiadas pueden transmitirla desde 1 o 2 días antes de que aparezca el sarpullido. Deja de ser contagioso cuando han pasado 24 horas sin que aparezcan lesiones nuevas.
Los bebés, adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y las personas que tienen enfermedades o toman medicamentos que debilitan al sistema inmunitario, tienen mayor riesgo de desarrollar un caso grave de varicela con complicaciones.
Las complicaciones graves de la varicela son:
- Infecciones bacterianas de la piel.
- Neumonía
- Infección o inflamación del cerebro
- Problemas de sangrado
- Infecciones de torrente sanguíneo
- Deshidratación
En algunos casos, las personas con estas complicaciones pueden llegar a ser hospitalizadas. La varicela también puede llegar a ocasionar la muerte.
En el caso de las mujeres embarazadas debe evitar infectarse con varicela porque puede ocasionar que el bebé tenga bajo peso al nacer o presentar anomalías en las extremidades. Cuando una madre se infecta con varicela en la semana previa al nacimiento o después de un par de días del parto, el bebé puede presentar mayor riesgo de desarrollar una infección más severa que ocasiona la muerte.
El IMSS indica que el virus se puede mantener en estado latente en los ganglios de la columna vertebral, permanecer ahí durante varios años y reactivarse cuando la persona llega a ser adulta mayor o se debilita su sistema inmunológico.
Por ello es importante que la población de riesgo sea vacunada contra la varicela. La Organización Mundial de la Salud señala que las vacunas contra la varicela son inocuas y eficaces por lo que es necesario mantener los esquemas de vacunación.