En México existen más de 20 mil casos de esclerosis múltiple, entre 18 y 15 incidencias por cada 100 mil habitantes. La esclerosis múltiple (EM) es un padecimiento que representa una carga significativa para las personas que la padecen y para su entorno familiar y social, ya que existe un gran desconocimiento sobre la enfermedad, la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento personalizado con base en las características de cada persona y su tipo de EM. Por ello, el acompañamiento integral desde el inicio de la enfermedad es clave para preservar y mantener la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué es la esclerosis múltiple (EM)?
La EM es una enfermedad autoinmune, es decir, que se genera cuando el sistema de defensa (inmunitario) del organismo, actúa en contra del propio sistema nervioso central – cerebro y médula espinal – en el que ataca la cubierta protectora (mielina) que rodea las neuronas, con lo que afecta varias funciones básicas como la vista, el equilibrio, o hay una pérdida de sensibilidad en alguna extremidad, entre otras funciones.
Existen tres tipos de EM: la remitente-recurrente (EMRR), la secundaria progresiva (EMSP), y la primaria progresiva (EMPP). La mayoría de las personas con EM han sido diagnosticadas inicialmente con EMRR, la cual se caracteriza por la aparición de brotes definidos a lo largo del tiempo, y periodos de remisión de los síntomas entre ellos.
Sin embargo, este tipo de esclerosis (EMRR) puede evolucionar a una esclerosis múltiple secundaria, en la que los brotes aparecen con menos intensidad y frecuencia, pero los síntomas entre brotes empeoran gradualmente acumulándose una mayor discapacidad.
La EM afecta a personas entre los 20 y los 40 años, siendo más frecuente en mujeres en una proporción de 3 a 1 en relación con los hombres. En México, se estima que existen más de 20 mil casos de esclerosis múltiple, con una prevalencia entre 18 y 15 incidencias por cada 100 mil habitantes. Mundialmente, afecta a aproximadamente 2,3 millones.
Un reto mayor para los especialistas es la EM pediátrica, ya que afecta gravemente la calidad de vida de niños y adolescentes, que, de no recibir un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, su deterioro puede adelantarse hasta 10 años en comparación con un adulto. Asimismo, los pacientes llegan a tener el doble de recaídas y suelen ser más graves. Pero, también presentan una recuperación más rápida, una mejoría más completa y la progresión en ellos es más lenta.
Actualmente está disponible para la población mexicana el primer y único tratamiento para la esclerosis múltiple pediátrica, el cual demostró una eficacia significativa en la tasa anual de recaídas, ya que 49% de los pacientes estuvieron libres de recaídas a 24 meses.
La farmacéutica Novartis ha sumado esfuerzos con diversas instituciones en favor de la investigación y la sensibilización de la EM, entre ellos el Comité Mexicano para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (MEXCTRIMS).
Si bien los daños causados por la EM no son reversibles, existe una amplia posibilidad de detener su curso y que los pacientes preserven su calidad de vida, sin embargo, para que esto suceda es importante la detección y el diagnóstico temprano, así como un tratamiento médico individualizado.