En México, solo del 3 al 5% de los donadores de sangre son voluntarios, el porcentaje más bajo de América Latina, pese a que gracias a la transfusión se atienden casos de emergencias, accidentes u operaciones programadas, como partos, neurocirugías, trasplantes, y se apoya a pacientes con cáncer, entre otros. Los motivos para no donar van desde el incumplimiento en los requisitos hasta la desinformación sobre el proceso y sus implicaciones.
La sangre es fundamental tanto para la vida propia como para la atención y el cuidado de los demás, por ello, es importante fomentar la cultura de la donación. Sin embargo, existen varios mitos alrededor de la ésta, para una experiencia de salud más humana es importante que conozcas cuáles son las realidades que hay detrás de ellos. Por ello, el Dr. Oscar Zalazar Ramírez, Hematólogo registrado en la plataforma de Doctoralia, comparte algunos mitos y realidades sobre la donación de sangre en el marco del Día Mundial del Donante de Sangre que es este 14 de junio:
Mito: Si dono sangre me voy a debilitar.
Verdad: La sangre se repone en pocas horas al tomar la misma cantidad de líquidos y reposo.
Mito: Me causará anemia.
Verdad: Donar sangre no trae ningún perjuicio en la salud. De hecho, al hacerlo, estimulas la producción de nuevas células sanguíneas y mejoras el flujo de sangre.
Mito: Podría infectarme de VIH o de Hepatitis C.
Verdad: Todo el material utilizado en la recolección es estéril y desechable.
Mito: Soy demasiado mayor para donar.
Verdad: Si gozas de buena salud, puedes seguir donando hasta cumplir los 65 años.
Mito: Me es imposible donar porque tengo tatuajes y perforaciones.
Verdad: Puedes donar después de un año de habértelos realizado.
¿Quiénes realmente no pueden donar sangre?
Aquellos que presentan las siguientes características:
- Tener caries severas, por el riesgo de transmitir infecciones bacterianas.
- Presencia de grasas en sangre (lipemia).
- Personas con diabetes o hipertensión descompensadas o sin tratamiento médico.
- Quienes sufren afecciones cardiacas, renales, neurológicas, respiratorias o hematológicas.
- Los que hayan padecido hepatitis después de los doce años.
- Aquellos que usen drogas por vía intravenosa o tengan más de una pareja sexual.
- Los portadores de VIH, sífilis, hepatitis B y C, HTLV, enfermedad de Chagas u otra infección transmisible por la sangre.
Un donador de sangre puede salvar la vida de hasta tres personas (#SALVA3VIDAS). Por ello, recuerda la importancia de donar sangre. Que no sea una obligación salvar una vida.
Fotos: Cortesía