Seguramente has escuchado sobre los microorganismos que viven en el intestino; sin embargo, hay otros tipos que habitan en otras zonas esenciales del cuerpo. Se trata de la microbiota humana, que se ha convertido en un tema de investigación debido al papel que juega en la salud y bienestar integral de las personas.
“Los microbiotas son de suma importancia para el cuerpo, ya que ellos no viven sin nosotros, y nosotros no podríamos vivir sin ellos. Estamos en una relación de codependencia sana que no debería ser alterada. El microbiota humano es gigantesco, pues se calcula que es igual a 10 a la 14, o sea, un 10 con 14 ceros, número equivalente al de nuestras células”, señalan en la revista Más Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
El Biocodex Microbiota Institute, indica que la composición de este nuevo órgano, depende del área del cuerpo donde se ubique, de esta manera se cuenta con microbiota: cutánea, vaginal, urinaria, respiratoria, ORL y, por supuesto, la intestinal. Y esto va aún más allá, sus funciones son muy variadas, así como la manera que impactan en la salud y en la enfermedad, cuando hay un desequilibrio de ésta.
A continuación te decimos en dónde se localizan:
Microbiota ORL
La puedes ubicar en orejas, nariz (rino), boca y garganta (laringo) y oídos (oto), de ahí su nombre. Sabiendo qué partes impacta esta microbiota, cabe destacar que su desequilibrio lo puedes notar en enfermedades de dientes (caries), encías, lengua, oído (infección) y vías nasales.
Microbiota Pulmonar
Se ubica en las vías respiratorias inferiores como los pulmones y los bronquios. El tipo de enfermedades que te indican un desequilibrio en estos microorganismos, también llamado disbiosis, depende de factores internos (tu cuerpo) y externos; algunos ejemplos de la primera categoría son tos recurrente o tener defensas inmunitarias bajas. Y el segundo corresponde a infecciones virales, tratamiento con antibióticos o fumar, entre otros.
Microbiota Cutánea
La ubicas en la composición y recubierta de tu piel. Tiene tres funciones clave: defender, ser una barrera cutánea y regular tu sistema inmune. Tu edad, sexo, genes, tu pH, tu entorno y estilo de vida determinan la “personalidad” de tu microbiota cutánea. Algunas de las enfermedades que te indican un desequilibrio en este elemento es la presencia de acné, dermatitis atópica, entre otros.
Microbiota Intestinal
Su correcto funcionamiento depende de tus hábitos alimenticios (cantidad de azúcares, grasas y fibra). Su composición también varía según tu edad pues la microbiota de un bebé difiere por completo de la de un adulto o un anciano. Una de sus tareas es defender tu intestino de bacterias peligrosas, así como ser un gran apoyo para fortalecer tu sistema inmune. Las enfermedades que impliquen a la función intestinal tienen relación con algún desequilibrio en su composición.
Microbiota Urinaria
Hoy en día se sabe que está compuesta principalmente por lactobacilos (bacterias que viven en tu sistema digestivo, urinario y genital). Tiene estrecha relación con la microbiota intestinal, pues su desequilibrio puede verse afectado por bacterias de origen intestinal; esto, a su vez, se refleja en enfermedades como infecciones urinarias o de próstata, entre otras.
Microbiota Vaginal
Su composición depende de factores como tus genes, origen étnico, si has estado embarazada, menopausia, medio ambiente y hábitos de higiene, e incluso de tu vida sexual. Su tarea principal es defender a tu cuerpo de infecciones y asegurar un entorno favorable para el embarazo.
Algunas enfermedades que pueden indicar un desequilibrio en tu microbiota vaginal son: infecciones locales, micosis o sintomatologías relacionadas con picazón, irritación, flujo y olores anormales.
Por eso se debe destacar la trascendencia de los microbios en los ecosistemas internos, es por ello que en 2018, un grupo de académicos e investigadores estableció el 27 de junio como el Día Mundial de la Microbiota.