Por Martha Oliva Hernández
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra, y cuya cantidad o frecuencia constituye un problema higiénico, social y de salud. Puede variar desde una fuga ocasional hasta la incapacidad total para retener cualquier cantidad de orina.
Este problema se puede presentar al toser, reír, caminar, correr, hacer ejercicio, durante o después del embarazo, y puede estar presente en cualquier etapa, aunque las probabilidades incrementan con la edad.
A pesar de que en México no existen datos estadísticos de este padecimiento, hay diversos estudios realizados en poblaciones específicas que reportan que tiene una prevalencia que varía entre el 13.6% y 48%. Se estima que cerca del 50% de las mujeres padecerá incontinencia urinaria en algún momento de su vida.
Tomando en cuenta el envejecimiento progresivo que se observa en la población mexicana y su relación con el desarrollo de la incontinencia urinaria, es relevante reconocer que del 50% al 70% de las personas incontinentes no buscan asesoría médica, principalmente por pudor, desconocimiento del padecimiento, o por la creciente normalización en el uso de compresas higiénicas, lo cual no soluciona el problema. Es importante mencionar que la incontinencia conlleva a efectos secundarios como alteraciones de sueño o limitaciones para realizar numerosas actividades.
La incontinencia urinaria no es una enfermedad, sino un síntoma. Puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades de fondo o problemas físicos. Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar qué produce la incontinencia, señalan especialistas de la Clínica Mayo.
Indican que ciertos alimentos, bebidas y medicamentos pueden actuar como diuréticos (estimulan la vejiga e incrementan el volumen de orina). Algunos de ellos son: alcohol, cafeína, gaseosas y agua mineral con gas, edulcorantes artificiales, chocolate, chiles, alimentos con alto contenido de especias, azúcar o ácido, especialmente los cítricos y grandes dosis de vitamina C.
También la pueden ocasionar medicamentos para la presión arterial, el corazón, sedantes y miorrelajantes o ser causada por una enfermedad fácilmente tratable, por ejemplo: infección urinaria o el estreñimiento. De igual forma, es frecuente durante el embarazo.
Tratamiento oportuno
El tratamiento depende del tipo de incontinencia, la gravedad y la causa. Si la enfermedad preexistente es la causante de los síntomas, el médico tratará ese padecimiento primero.
Técnicas conductuales como entrenamiento de la vejiga, horarios para ir al baño, acudir al baño cuando se tienen ganas.
Ejercicios del piso pélvico, también conocidos como «ejercicios de Kegel», son especialmente efectivos para tratar la incontinencia de esfuerzo.
Tratamiento con medicamentos.
Energía Electromagnética Focalizada de Alta Intensidad. Esta técnica induce miles de contracciones musculares supramáximas del suelo pélvico, que son extremadamente importantes en la reeducación muscular de pacientes incontinentes.
Es una tecnología única que revoluciona la salud y el bienestar íntimos al proporcionar a los pacientes que sufren de incontinencia urinaria una opción completamente no invasiva para mejorar de forma significativa esta condición.
“El procedimiento ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes; en lo que respecta a la incontinencia por problemas neurológicos, hemos visto que mejora bastante la función vesical y rectal en pacientes que tienen esclerosis múltiple o algunos tipos de lesiones medulares. En personas de la tercera edad hemos observado que después de recibir el tratamiento tienden a tener un mejor equilibrio al mejorar el tono del piso pélvico y poder realizar funciones de movimiento de extensión protector en miembros inferiores”. agregó el Dr. Jorge Treviño Welsh, especialista en Neurología Pediátrica y del Desarrollo.
Para tratar la incontinencia urinaria es importante contactar a un profesional de la salud certificado para encontrar la mejor solución que necesita cada paciente, lo importante es que no dejes pasar más tiempo.