En el mundo, alrededor del 50% de los pacientes que se encuentran en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) desarrolla Lesión Renal Aguda (LRA). Se sabe que más del 50% de los pacientes de COVID-19 que se encuentran en estado crítico la desarrollarán y un alto porcentaje de ellos requerirá un Terapia de Remplazo Renal, la cual disminuye el riesgo de que evolucione a enfermedad Crónica de los Riñones.
Baxter presentó un innovador dispositivo para tratar la LRA, a través de la Terapia Continua de Remplazo Renal (TCRR). Tomando en cuenta las necesidades y opiniones de más de 650 nefrólogos y médicos intensivistas de diferentes países, la compañía actualizó este equipo para simplificar su uso, optimizar la precisión del tratamiento, así como su eficiencia y desempeño.
“La nueva generación de este sistema fue diseñada para facilitar la configuración y administración de la TCRR y otras terapias de soporte orgánico. Ayuda al equipo de enfermería a automatizar tareas, y así, disminuir su carga de trabajo y su interacción con el dispositivo. Es más intuitiva y fácil de usar e interpretar, gracias a que en su monitor se muestran instrucciones simples, paso a paso. Esta innovación contribuye a preservar la seguridad del paciente, debido a que tiene alarmas inteligentes que permiten monitorear la preparación y ejecución del tratamiento, y de esta forma, reducir el riesgo del error humano”, comentó el Dr. Alfonso Ramos, Gerente Senior de Asuntos Médicos para Baxter México, Centroamérica y Caribe.
La Lesión Renal Aguda y la Terapia Continua de Remplazo Renal
A diferencia de la Enfermedad Crónica de los Riñones (ECR) —la cual se produce lentamente, en un periodo prolongado—, la LRA es un deterioro rápido y repentino de la capacidad de dichos órganos para cumplir sus funciones, señaló la Dra. Olynka Vega, nefróloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
Su incidencia en pacientes hospitalizados puede ser hasta del 20% e incrementa hasta al 60% en quienes ingresan a una UCI. Se asocia con una mortalidad de entre el 50% y el 70%; sin embargo, las personas con LRA que son atendidas de forma oportuna pueden recuperar totalmente su función renal.
La LRA puede abordarse con una TRR continua (TCRR) o intermitente (TIRR); no obstante, estudios observacionales indican que el 39% de los pacientes con LRA que se han realizado alguna modalidad de TIRR necesitarán una terapia de sustitución renal al día 90 de tratamiento, mientras que solamente el 11% de los pacientes que reciben TCRR lo harán para ese momento.
Adicionalmente, la TCRR se puede realizar en pacientes críticos, con inestabilidad hemodinámica –es decir, aquéllos cuyo sistema circulatorio no es capaz de llevar un adecuado flujo de sangre a sus tejidos—, “ya que, al llevarse a cabo de manera continua, durante las 24 horas, funciona con flujos sanguíneos bajos y permite una eliminación de líquidos más controlada”, explicó el doctor Ramos.
Las Terapias de Remplazo Renal y otras técnicas de purificación sanguínea en pacientes con COVID-19
Se ha identificado que más del 50% de los pacientes críticos con COVID-19 desarrolla una LRA, y que la mitad de ellos requerirá algún tipo de TRR. En una investigación que se realizó de marzo de 2020 a enero de 2021, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la LRA fue detectada en más del 35% de los pacientes con COVID-19 hospitalizados en áreas no críticas.
Por otra parte, en los casos severos, el COVID-19 puede provocar las llamadas tormentas de citoquinas, mismas que ocurren cuando altos niveles de mediadores inflamatorios circulan en la sangre como una reacción inmune al virus.
En el dispositivo de Baxter para la TCRR se pueden colocar filtros que permiten llevar a cabo un tratamiento de Purificación Sanguínea Extracorpórea, y de esta forma, reducir significativamente los niveles séricos de la citoquina proinflamatoria IL-6.
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