La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad crónica de la piel que afecta a 2 de cada 10 niños y a 1 de cada 10 adultos. Se caracteriza por resequedad de la piel, inflamación y comezón que aparecen de manera episódica, alertó la doctora Helena Vidaurri especialista en dermatología pediátrica.
La doctora Vidaurri detalló que la DA ocurre en personas de todas las áreas geográficas, tonos de piel y edades. Además, impacta la productividad laboral y escolar, afecta las actividades sociales, ocasiona pérdidas económicas por el ausentismo y deteriora la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
La doctora Vidaurri agregó que la piel sana es un órgano sensorial que nos permite disfrutar del mundo exterior y funciona como barrera gracias a los contenidos adecuados de proteínas, grasas y agua; así regula la temperatura corporal, mantiene la hidratación adecuada y evita el ingreso de alérgenos y microbios. Por el contrario, la piel atópica es seca, irritable y constantemente tiene lesiones que dan comezón.
Los síntomas de DA son:
- En su forma aguda: piel seca, picazón, enrojecimiento, erupciones en la piel e incluso supuración.
- En su forma crónica: piel seca, oscurecida y engrosada, altamente irritable y con picazón.
La mayoría de los pacientes comienza con DA en los primeros meses de la vida; a esta edad las lesiones aparecen en las mejillas, el pecho, la espalda, los brazos y las piernas; más adelante en la vida, las lesiones aparecen en los pliegues de los brazos, las piernas, el cuello, o los párpados.
El objetivo del tratamiento de la DA es que el paciente realice sus actividades normales y esté libre de lesiones en la piel. La dermatóloga pediatra precisó que el manejo varía de acuerdo con la gravedad y extensión del daño en la piel, algunas recomendaciones de cuidado de la piel para mantener controlada la DA son:
- Mantén la función de barrera de la piel: durante el baño, usa dermolimpiadores gentiles, evita tallar la piel y aplica cremas humectantes al salir del baño y varias veces al día en toda la piel.
- Evita, durante el baño, los jabones con perfume y con color. No es necesario usar estropajo, esponja, trapo ni toalla para lavar la piel. La temperatura del agua del baño deberá ser agradable: ni muy fría ni muy caliente.
- Usa detergente líquido para lavar la ropa, se enjuaga más fácilmente que el detergente de polvo. No es necesario agregar otras sustancias a la ropa durante el lavado.
- Evita el estrés, utiliza estrategias para manejar la angustia, por ejemplo: dibujar, caminar, escuchar música, meditar, hacer ejercicio.
- Reduce tu exposición a los ácaros del polvo, caspa de animales y otros alérgenos del medio ambiente.
- Procura tener suficientes horas de sueño para descansar de manera efectiva. El sueño es necesario para que la piel mantenga sus funciones adecuadas.
- Ante cualquier lesión en la piel, consulta a tu dermatólogo. Recuerda que el dermatólogo y el dermatólogo pediatra son los expertos en el cuidado y protección de la salud de tu piel.
- Aliméntate con una dieta balanceada. De manera general, la DA no requiere restricción de alimentos.
De acuerdo con la doctora Vidaurri, cerca de 60% de los pacientes tienen una DA leve, la cual se puede tratar con las medidas señaladas y con medicamentos tópicos recomendados únicamente por el experto en la salud de la piel, quien gracias a un diagnóstico certero podrá recomendar la mejor opción para tratar al paciente de forma individualizada.
La doctora agregó que es clave que la persona con DA sea atendida por el dermatólogo o el dermatólogo pediatra, puesto que, sin un tratamiento certero, la enfermedad puede llevar a infecciones de repetición engrosamiento e hiperpigmentación de la piel y empeoramiento paulatino de las lesiones. La automedicación y el uso de medicamentos sin prescripción por el especialista puede producir efectos indeseables como adelgazamiento de la piel e infecciones agregadas.
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