El diagnóstico tardío de la Esclerosis Múltiple (EM) trae consigo consecuencias graves para las personas que desarrollan el padecimiento, ya que tienen mayor riesgo de presentar comorbilidades agudas y crónicas. Resulta imprescindible crear conciencia sobre la enfermedad y hacer un llamado a los actores clave en el manejo de la EM a mantenerse trabajando en pro de las personas que viven con la condición.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurodegenerativa, progresiva y crónica que se produce cuando el sistema inmunológico ataca la mielina que recubre y protege las neuronas, provocando daños al cerebro y la médula espinal, lo que puede derivar en la discapacidad de alguna parte del cuerpo.
En México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (SSA), alrededor de 20 mil personas viven con el padecimiento, se estima que ésta se presenta entre 15 y 18 casos por cada cien mil habitantes. Se manifiesta comúnmente entre los 20 y 40 años, colocándola como la primera causa no traumática de discapacidad en adultos jóvenes.
Aún se desconoce la causa de la EM; sin embargo, diversos científicos han expresado que se desencadena por una combinación de factores, entre ellos: inmunológicos, medioambientales, geográficos, infecciosos, genéticos y algunos hábitos como el tabaquismo y condiciones de salud como obesidad.
De acuerdo con la encuesta Esclerosis Múltiple en México, realizada por Conectando Mentes a 220 personas con la enfermedad, tras la aparición de los primeros síntomas el 16.4% de los pacientes tardaron un año en recibir el diagnostico, mientras que 9.1% entre tres y cinco años, siendo el 7.7% hasta más de cinco años.
Se ha demostrado que las comorbilidades pueden retrasar el diagnóstico de EM después del inicio clínico, por ello uno de los principales objetivos en la atención de este padecimiento es capacitar al personal de salud desde los primeros niveles de atención sobre los síntomas de la Esclerosis Múltiple, así como el procedimiento para la confirmación del diagnóstico, logrando que los médicos de primer contacto deriven a los posibles casos de manera oportuna.
En la Esclerosis Múltiple todos los pacientes viven manifestaciones distintas, no hay un orden o serie de situaciones seguras a presentarse; sin embargo, el neurólogo tiene la tarea de estudiar, investigar y diagnosticar al paciente para conocer a qué subtipo de EM pertenece. Este punto es fundamental, ya que de ello dependerá el tratamiento que se le brindará a la persona.
Roche indicó que trabaja de la mano con diferentes instituciones para construir un mejor escenario a partir de un diagnóstico oportuno, abordaje integral de la enfermedad y ofrecer alternativas terapéuticas que mejoren la calidad de vida de los pacientes.