Por Martha Oliva Hernández
La enfermedad de Hígado Graso no alcohólica es una acumulación de grasa excesiva en el hígado que puede provocar daño hepático similar al causado por el abuso del alcohol, pero ocurre en personas que no consumen la bebida etílica en exceso. Se considera que un individuo tiene un hígado graso (esteatosis hepática) si el hígado contiene más de 5 a 10% de grasa.
Entre las causas se encuentran un consumo excesivo de grasas, sedentarismo, hipertensión arterial, diabetes y dislipidemia; asimismo, se asocia con diversos genes, entre ellos el PNPLA3, el TM65F2, el TRIB1, el APOC3, GCKR y el MBOAT7, señaló la doctora Nayeli Cointa Flores, médico adscrita al departamento de Gastroenterología y miembro de la Clínica de Hígado del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, en conferencia de prensa.
La evolución del hígado graso es lenta, no tiene síntomas en las primeras etapas y es hasta después de un tiempo que puede presentarse inflamación, y posteriormente producir fibrosis, cirrosis y en algunos casos cáncer hepático, conforme avanza la edad, lo cual se puede evitar si se atiende el problema de sobrepeso y obesidad en niñas y niños, porque este podría considerarse como el primer síntoma.
¿Cómo reducir los riesgos?
Elegir una dieta saludable, rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables
• Mantener un peso saludable
• Hacer ejercicio con regularidad
Al respecto, se dijo que de acuerdo con un estudio realizado por Dr. Manuel Romero Gómez, al reducir 5% del peso corporal es posible eliminar grasa, si se baja el 7% del peso, se reduce la inflamación y si se baja el 10%, se reduce fibrosis.
Para realizar el hígado graso, prueba de función hepática, detección de transaminasa, ultrasonido de hígado, resonancia magnética, sospecha en pacientes con diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso y obesidad, así como dislipidemias.
La doctora Margarita Dehesa Violante, miembro del Comité Científico de FUNDHEPA, indicó que la biopsia no debe realizarse, a menos que haya sospecha de hígado graso con fibrosis.
Por otro lado, se mencionó que los jugos verdes no son recomendables, es mejor consumir las frutas y verduras para tener los beneficios como la fibra y los nutrientes.
En el conversatorio también participaron la Dra. Laura E. Cisneros Garza, presidenta de la Asociación Mexicana de Hepatología; la Dra. Fátima Higuera de la Tijera, vocera de la Asociación Mexicana de Gastroenterología; la Dra. Astrid Ruiz Margain, nutrióloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y la Dra. Alma Laura Ladrón de Guevara, del Centro de Investigación y Gastroenterología.