Existen muchas creencias alrededor de un tema que es esencial en nuestra vida: la hidratación. Si deseamos fomentar hábitos de hidratación saludables para nosotros y nuestra familia, es importante conocer los mitos y las realidades acerca del correcto consumo de agua simple potable.
Ana María Villarreal Yanes, Nutrióloga Especialista en Hidratación de Nestlé Waters, destaca 10 puntos que ayudarán a que todos los miembros de la familia, especialmente los pequeños del hogar, se hidraten correctamente.
- Se debe tomar agua sólo cuando se tiene sed.
Falso. La sed se manifiesta cuando ya existe un ligero, pero importante grado de deshidratación en el cuerpo, por lo que es recomendable tomar agua antes de tener sed o sensación de sequedad en la boca.
- Beber agua durante las comidas dificulta la digestión y provoca que no comamos bien.
Falso. El agua no afecta la asimilación de nutrimentos durante las comidas. Al contrario, ayuda a generar sensación de saciedad y a que la fibra presente en los alimentos funcione de manera correcta.
- El agua simple potable es la única opción para que el organismo se mantenga hidratado.
Cierto. El agua simple potable debe ser la bebida de primera elección para hidratarse correctamente, sin embargo, hay otras bebidas que ayudan a incrementar la cantidad de líquido en el organismo, como: jugos naturales, leche, aguas de sabor, tés e infusiones aunque también está presente en alimentos como sopas, caldos, frutas y verduras.
- El aumento de peso es mayor cuando se consumen alimentos altos en calorías y menor al ingerir agua.
Falso. El aumento de peso corporal se presenta cuando consumimos más calorías de las que nuestro cuerpo necesita, y de las que gastamos al realizar nuestras actividades cotidianas, independientemente si se trata de un alimento o una bebida, por ello, es de suma importancia mantener una dieta balanceada.
5. Todas las personas deben consumir la misma cantidad de agua.
Falso. Los requerimientos diarios de agua son individuales y dependen de diversos factores como edad, sexo, actividad física, estado fisiológico (embarazo, lactancia y condiciones de salud), clima, entre otros aspectos. Las recomendaciones generales para los diferentes miembros de la familia son: entre 1400 ml y 1600 ml de agua para los niños y 2 litros para los adultos.
- Hay que tomar agua durante todo el día.
Cierto. Hay que distribuir nuestro consumo de agua a lo largo del día, para que el cuerpo tenga una hidratación constante. Es conveniente reponer el agua cada 3 horas aproximadamente, haciendo así, 8 momentos a lo largo del día entre el desayuno y la cena. Una forma de recordar que debemos tomar agua es usando alarmas en el celular o dejar notas en el escritorio de la oficina o en nuestro refrigerador.
- Consumir agua sin cubrir las necesidades diarias afecta la realización de las actividades.
Cierto. La pérdida del 1% de líquido puede provocar falta de concentración, menor estado de alerta, cansancio, dolor de cabeza y sueño. Una de las recomendaciones más importantes, es llevar una botella de agua con nosotros, así será más fácil hidratarnos a lo largo del día.
- El cuerpo sólo pierde agua a través del sudor y la orina.
Falso. Si bien es cierto que la mayor cantidad de agua que pierde el organismo es a través de la piel con el sudor y de los riñones con la orina, también lo hace con la respiración y mediante las evacuaciones.
Hidratarnos adecuadamente es un hábito positivo que beneficia nuestra salud. Por ello, es necesario mantenernos bien informados para cuidar nuestra salud.
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