La enfermedad renal crónica y la diabetes incrementan 6 veces el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular, por lo que es indispensable promover hábitos saludables y monitorearse al menos una vez al año para prevenir cualquiera de estos padecimientos.
Entre 2015 y 2020, las enfermedades del corazón fueron la primera causa de muerte en México, ya que, en el 2021, el COVID-19 las desplazó al segundo lugar. Por su parte, la enfermedad renal crónica coloca a México en el sexto lugar en cuanto a tasa de mortalidad a nivel mundial.
La estrecha relación entre el corazón y los riñones
En primer lugar se debe tener en cuenta que el corazón se encarga de bombear la sangre hacia el resto de los órganos, transportando nutrientes y oxígeno y a su vez recolecta algunos desechos para que posteriormente sean eliminados. Mientras que los riñones, se encargan de depurar estos residuos, fomentan la producción de glóbulos rojos y conservan el balance de líquidos y electrolitos en el cuerpo.
Estos órganos glandulares se encuentran llenos de arterias y vasos capilares, de tal forma que el inadecuado flujo de sangre puede afectarlos considerablemente. En consecuente la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y la diabetes son considerados los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular y enfermedad renal. Por tal motivo una persona que vive con diabetes, y desarrolla enfermedad renal crónica tiene 3 veces más riesgo de morir por accidente cardiovascular.
“Al menos una vez al año las pacientes con diabetes deben tener una evaluación del riesgo cardiovascular incluyendo pruebas de función renal. En México, 2 de cada 5 pacientes con diabetes tipo 2 desarrollarán enfermedad renal crónica, y desafortunadamente 1 de estos 2 pacientes fallecerá a causa de una enfermedad cardiovascular”, comentó el Dr. Gerardo Payró, Cardiólogo Intervencionista en Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.
México es un país que tiene una de las más altas prevalencias de diabetes en el mundo. Durante el 2021 se registró una prevalencia del 10.2% en adultos de 60 años en adelante; sin embargo, las poblaciones jóvenes también son un sector que debe comenzar a considerar cambios en sus hábitos para prevenir este padecimiento, pues tanto la enfermedad renal como las enfermedades cardiovasculares representan un alto riesgo en este sector.
“Desde años atrás, hemos notado un álgido incremento en los pacientes diagnosticados con diabetes, así como su mortalidad. De la misma manera, se ha identificado que tanto la enfermedad renal crónica, como las enfermedades cardiovasculares, elevan el riesgo de muerte en pacientes con diabetes. Por ello, es de suma importancia promover iniciativas de concientización para fomentar hábitos saludables y el monitoreo médico al menos una vez al año; es así como podremos reducir las cifras de la diabetes y sus complicaciones”, agregó el Dr. Ayin Alvarado, Gerente Médico de Bayer México.
Finalmente, Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio (NEF), concluyó: “El desconocimiento es el principal motivo de evolución de la enfermedad renal y también es causante del aumento del riesgo cardiovascular. Necesitamos alzar la voz para alertar a la población mexicana sobre estos problemas. Igualmente, es fundamental enfatizar en la relación que existe entre la diabetes, la enfermedad renal y enfermedad cardiovascular. Si comenzamos a cambiar de manera general nuestros hábitos por opciones más saludables será diferente la historia que contemos en los próximos años”.
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