Las enfermedades como la degeneración macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética, son responsables de una gran proporción de ceguera y discapacidad visual en todo el mundo a pesar de ser prevenibles o tratables.
“El envejecimiento de la población ha jugado un papel importante en el aumento del número de individuos con estos padecimientos, los cuales se presentan en mayor medida en personas con más de 50 años. Esto no significa que la pérdida de la visión no pueda prevenirse o deba ser normalizada”, expresó la Dra. Carla Pérez Montaño, presidenta de la Asociación Mexicana de Retina.
En conferencia de prensa en el marco del Día Mundial de la Visión que se celebra el 13 de octubre, la doctora Pérez Montaño explicó la importancia del diagnóstico oportuno de la degeneración macular asociada a la edad, un padecimiento que afecta a 196 millones de personas y es la tercera causa de ceguera a nivel mundial con un 8.7% de la población afectada aun cuando existen diversas opciones de tratamiento. En México se estima una prevalencia cercana a 500,000 pacientes, y de ellos, casi la mitad tiene ceguera legal.
“La degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad ocular que afecta la retina, la cual contiene millones de células sensibles a la luz, llamadas bastones y conos, y células nerviosas que reciben y organizan la información visual, lo que lo hace muy relevante y si se daña, causa que la visión central que nos permite apreciar los detalles finos, el color, las formas y características de los objetos se vuelva borrosa”, explicó la oftalmóloga, “aunque la edad es un factor de riesgo, existen otros, como el tabaquismo, la hipertensión y una dieta no balanceada que contribuyen a que una persona sea propensa a este padecimiento”.
La discapacidad visual, además, impacta la interacción social y la independencia de quienes la padecen. Como comentó la doctora Ingrid Pita, oftalmóloga y secretaria de la Asociación Mexicana de Retina: “la visión debe ser reconocida como una parte fundamental de la salud del individuo. La pérdida de la visión tiene implicaciones para la salud física, cognitiva y mental; además de limitar las posibilidades laborales y de movilidad de quienes lo padecen”.
De acuerdo con los datos publicados por el World Report on Vision, los adultos con discapacidad visual presentan mayores índices de ansiedad y depresión que la población en general. Esto es especialmente cierto para personas de edad avanzada donde los problemas de visión están relacionados con caídas más frecuentes, aislamiento social e incluso necesidad de tener cuidadores de tiempo completo.
La importancia de un diagnóstico oportuno a través de la evaluación anual por el oftalmólogo, así como el acceso a tratamientos, que cada vez son más innovadores y enfocados en los pacientes, fue el mensaje en el que más hicieron hincapié las especialistas, quienes llamaron a percibir la salud visual como una prioridad, especialmente quienes tienen algún factor de riesgo como tener más de 50 años o diabetes.
Otros factores de riesgo son la edad, raza (es más frecuente en caucásicos), tabaquismo, exposición solar y factores genéticos. Los síntomas se presentan dependiendo del estadio en el que se encuentre la enfermedad, por ejemplo: visión borrosa, distorsión de los bordes de las cosas y si la enfermedad avanza se presenta una mancha en el centro, por ello, los especialistas señalan que ante cualquier cambio en la visión es necesario acudir con un oftalmólogo.
“De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, al menos 2,200 millones de personas tienen deficiencia visual o ceguera a nivel mundial, de los cuales más de 1,000 millones podrían haberse evitado de ser diagnosticados y tratados oportunamente. Son cifras como estas las que nos hacen darnos cuenta de la magnitud del problema de salud y de la necesidad de la importancia de contar cada vez con tratamientos más innovadores que mejoren la vida de los pacientes”, expresó la especialista en retina.
La doctora Carla Pérez recomendó consumir antioxidantes que se pueden encontrar en los frutos rojos, hojas verdes y pescados, evitar el alto consumo de carnes rojas. Los oftalmólogos recomiendan a sus pacientes Vitamina C, Vitamina E, Zinc, Cobre, Luteína y Zeaxantina.
Aseguró que es necesario que las personas se realicen una revisión de fondo de ojo y estudios de gabinete para clasificar el tipo de degeneración macular y el tratamiento. Apuntó que anteriormente se empleaba láser para eliminar los vasos sanguíneos frágiles que gotean, pero después de este tratamiento pueden volver a generarse vasos sanguíneos.
Otra opción es la terapia fotodinámica cuyo objetivo es destruir los vasos sanguíneos frágiles, pero esto se consigue inyectando una droga que se adhiere a la superficie de dichos vasos, e iluminando posteriormente el ojo con una luz que activa la droga.
Actualmente se emplean medicamentos Anti-VEGF que han revolucionado la atención de pacientes con enfermedades de la retina, se trata de anticuerpos monoclonales humanizados y pronto llegará a México Faricimab para el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad neovascular o “húmeda” (DMAEn).