El próximo 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, que tiene como objetivo la concientización sobre este padecimiento, mismo que durante 2020 provocó más de 6 mil muertes y más de 7 mil nuevos casos en México.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que para 2030 el número de nuevos casos registrados en América alcanzará a más de 541,000 personas y ocasionará aproximadamente 445,000 muertes por su causa.
Sin embargo, “algunas de las claves que pueden cambiar la tendencia de la mortalidad por cáncer de pulmón, que es el más letal de todos los tipos de cáncer, son avances médicos, el control del tabaquismo y el acceso a un diagnóstico y tratamiento oportunos”, así lo dio a conocer el Dr. José Manuel Celaya Velázquez, director médico de Bristol Myers Squibb (BMS) México, durante el evento “Guardianes del tiempo y la era de la doble inmunoterapia”, en que se reunieron 120 oncólogos nacionales e internacionales, y cuyo propósito fue expandir el conocimiento científico sobre esta enfermedad, sus factores de riesgo y mejorar su abordaje con terapias innovadoras.
Señaló que en los últimos años se han visto grandes progresos en la lucha contra el cáncer que mejoran las esperanzas de los pacientes. Uno de ellos ha sido los llamados inhibidores de puntos de control, que aprovechan el poder del sistema de defensa del organismo para destruir las células cancerosas.
Indicó que, combinados entre sí o con otras terapias convencionales, están logrando resultados positivos, ahora también para los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) –la forma más común de cáncer pulmonar–, metastásico (cuando el tumor ha invadido otras partes del cuerpo como cerebro, huesos e hígado) o recurrente (cuando el cáncer regresa luego de ser tratado).
Estos esquemas terapéuticos han demostrado mejoras clínicamente significativas en la supervivencia global (periodo que pasa desde que comienza el tratamiento hasta el último control) y libre de progresión (tiempo donde la condición no empeora desde el tratamiento), lo cual es un hito considerando que, en su etapa avanzada, el CPCNP tiene una tasa histórica de supervivencia a 5 años de sólo 7%.
“El reto es lograr que el cáncer de pulmón se convierta en un padecimiento crónico, aunque todavía queda un largo camino por recorrer como la búsqueda de nuevos biomarcadores y determinaciones genéticas para seleccionar mejor a los candidatos. Como biofarmacéutica centrada en la innovación, estamos trabajando en ello a través de la medicina traslacional y de precisión”, expuso el director médico.
Por ello, destacó que recientemente se aprobaron en México nuevas indicaciones de sus inhibidores de puntos de control como opción de primera línea para CPCNP”.
No obstante, el desconocimiento que existe alrededor de este padecimiento es una de las barreras que retrasa su tratamiento oportuno, pero también el hecho de que se trate de una condición “silenciosa” que no da síntomas en sus primeras etapas o que suele confundirse con neumonía, tuberculosis u otros males pulmonares, de ahí que 7 de cada 10 pacientes sean diagnosticados de forma tardía, reduciendo así las posibilidades de curación.
El cáncer de pulmón es una enfermedad devastadora, pues se estima que cada 30 segundos cobra la vida de una persona en el mundo y ocurre cuando las células que envuelven los bronquios, bronquiolos y/o alvéolos se reproducen de forma descontrolada. Las personas llegan a experimentar tos persistente que empeora en intensidad o se acompaña de sangre, dificultad para respirar, pérdida de peso o del apetito, voz rasposa o ronca y dolor en el pecho.
En ese sentido, hizo hincapié en la necesidad de que el Día Mundial del Cáncer de Pulmón sea una plataforma para el llamado a la acción; esto es, que gobierno, científicos, asociaciones, iniciativa privada y médicos de atención primaria y especializada “sigamos impulsando campañas de concientización para la detección oportuna de los signos y síntomas, políticas públicas enfocadas a la lucha contra el consumo de tabaco y el acceso a diferentes opciones de tratamiento que permitan mejorar los resultados de salud en pacientes que requieren atención crítica y enfrentan un pronóstico difícil”, finalizó el Dr. Celaya.
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