Cada año, la conmemoración del Día Mundial de la Lucha Contra el VIH/Sida ofrece la oportunidad de reflexionar en torno a la comprensión de esta enfermedad y la importancia de los pacientes no abandonen la adherencia terapéutica, ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, tan solo durante este año, a nivel mundial, ha sido contraída por 1.5 millones de personas y ha cobrado la vida de alrededor de 650,000, por lo cual se trata de un padecimiento que continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita las defensas contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer. A medida que el virus destruye las células inmunitarias, el paciente cae gradualmente en una situación de inmunodeficiencia. La fase más avanzada del VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse, pero los portadores pueden transmitir la infección a otros.
En nuestro país, diariamente 55 personas adquieren el VIH y hasta noviembre de 2021, de acuerdo con el registro de vigilancia epidemiológica, se estimaba un total de 340 mil casos.
De acuerdo con datos del INEGI, la tasa más alta de mortalidad por esta enfermedad se ubica en el grupo de personas entre 30 y 44 años. A su vez, las entidades federativas donde se reporta mayor tasa de mortalidad son Quintana Roo, Colima y Campeche.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza mediante una prueba rápida que ofrece resultados el mismo día, lo cual facilita a los profesionales de salud poner en marcha el tratamiento más adecuado para las personas que han adquirido el virus.
Es importante ofrecer asesoramiento relativo a su diagnóstico a las pacientes con VIH, así como motivarlos a que no abandonen las visitas al médico ni el tratamiento, ya que la falta de adherencia a este tiene un impacto negativo en diversas escalas. Entre algunas de sus consecuencias se encuentran la posibilidad de aumento de carga viral, el desarrollo de resistencias, el ausentismo laboral, el incremento de gastos, la discapacidad, la muerte prematura, etcétera.
Sobre esto, los especialistas señalan que, en la actualidad, uno de los factores que ha favorecido la adherencia al tratamiento, así como un importante impacto en la calidad de vida de los pacientes es el desarrollo de innovadoras alternativas terapéuticas de una sola tableta diaria y de tratamientos inyectables de acción prolongada, lo cual ha convertido al VIH de una enfermedad mortal e incapacitante en una patología manejable.
Frente a esta pandemia mundial del VIH que comenzó hace más de 40 años, en Janssen trabajamos incansablemente con investigación científica rigurosa y tecnologías de punta. Nos propusimos cambiar el curso de esta pandemia a través de opciones innovadoras para el tratamiento y la prevención. Nuestros hallazgos proporcionan nuevas opciones para apoyar la adherencia y la efectividad para que, de esta manera, los pacientes puedan tener una calidad de vida sana y productiva.