Los seguros para la industria hotelera, restaurantes y demás instalaciones dedicadas a atender al turismo, son una gran herramienta para respaldar a clientes y negocio; sin embargo, existen casos en los que las compañías aseguradoras se niegan a cumplir con las indemnizaciones o bien, intentan minimizar el pago al afectado o a sus beneficiarios, y si se presenta esta situación, lo más recomendable es realizar un reclamo formal, asesorados por abogados especialistas, explica Alejandro García López, director del bufete Abogados de Seguros, Defensa Segura.
En México operan más de 20 mil hoteles, según cifras oficiales, y de acuerdo con la NOM-07-TUR-2002 todos estos establecimientos, así como los prestadores de servicios turísticos, deben contar con un seguro de responsabilidad civil y están obligados a informar de esta cobertura a sus clientes colocando letreros en la recepción, en la habitación o en el reglamento interior del establecimiento de hospedaje, sin embargo, este beneficio es poco conocido.
La mayoría de los hoteles cuentan con pólizas que amparan y cubren los daños físicos y accidentes o eventualidades -como el robo- que pudieran sufrir turistas o usuarios a consecuencia de un accidente, suceso o ‘hecho no doloso’ que cause perjuicio, lesiones o muerte accidental, dentro de sus instalaciones.
Es importante mencionar que, en el mercado de seguros, también existen pólizas para los hoteles, que cubren daños o destrucción provocados por fenómenos naturales como huracanes, tormentas, granizo, ventarrones y otros.
“Hoteles y demás prestadores de servicios turísticos hacen fuertes inversiones en pólizas para cumplir con la norma, pero debido a la falta de conocimiento y asesoría profesional de un agente de seguros con experiencia en el ramo, casi ninguno, ya sean cadenas de hoteles o restaurantes, o bien pequeños negocios de este giro, aprovecha en su totalidad los beneficios de sus pólizas y en algunas ocasiones, aunque exista la afectación al usuario o a las instalaciones de su negocio, ni siquiera las reclaman”, explica Alejandro García López, quien tiene más de 15 años representando a clientes de toda la República Mexicana en sus reclamaciones a aseguradoras.
El hecho de que los seguros sean obligatorios ayuda a incentivar la cultura de la prevención y, de presentarse algún siniestro, es un gran respaldo financiero para cualquier prestador de servicios turísticos que le permitirá afrontar situaciones derivadas de accidentes o contingencias.
En este sentido, Alejandro García López, señala que es importante tomar en cuenta que algunos negocios contratan la póliza con la suma asegurada mínima requerida por la ley y cuando se presenta algún siniestro, en la mayoría de los casos, resulta insuficiente para cubrir los daños, por lo que es relevante analizar si realmente vale la pena correr ese riesgo, y recomienda contar con pólizas más robustas y también verificar que el contrato de la aseguradora incluya riesgos no amparados y exclusiones del seguro, como es el caso de que el usuario incumpla con el reglamento interior del hotel. “La mejor recomendación es acercarse a un agente de seguros experimentado, que nos ayude a invertir de la mejor manera en la prevención”, puntualiza el experto.
Como empresarios del sector, o como simples turistas, en el caso de presentarse un siniestro, es muy recomendable que, además de reportarse a la compañía aseguradora, se consulte a un abogado especialista en seguros, que nos asesore para obtener los mayores beneficios posibles de nuestra póliza. “Generalmente solo recibimos lo que el ajustador -que representa y cuida los intereses de la compañía de seguros- nos ofrece, y en muchas ocasiones es lo mínimo, cuando en realidad la aseguradora está en posibilidad de otorgarnos mayores indemnizaciones o beneficios, si se hace la reclamación adecuada”.
La póliza correcta, con la asesoría adecuada, permitirá a los prestadores de servicios turísticos solventar situaciones complejas, propias de su actividad, derivadas de accidentes o contratiempos, que desafortunadamente son frecuentes debido a que en estos negocios se reciben y atienden gran cantidad de personas y se encuentran en zonas geográficas de alta siniestralidad climática y albergan objetos de alto valor económico, concluye Alejandro García López.
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