Los adultos mayores requieren mayor atención al cuidado de su cuerpo, ya que el estilo de vida y su inmunosenescencia (los cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento) los hace más susceptibles a enfermedades infecciosas como el herpes zóster, padecimiento que afectará entre el 10 al 30% de la población adulta de 50 años o más en México, por ello se recomienda la vacunación como medida de prevención.
De acuerdo con la Dra. Yolanda Cervantes Apolinar, directora médica de vacunas en GSK México, “el sistema inmune es el encargado de proteger a las personas de infecciones o enfermedades, pero envejece con el tiempo, fenómeno natural llamado inmunosenescencia, por lo que es importante reforzarlo a través de la vacunación, ejercicio y en general con un estilo de vida saludable. Los factores genéticos y ambientales juegan un papel importante, pero también sabemos que podemos reforzarlo y que al momento de estar expuestos o incluso latente dentro del cuerpo un virus, el sistema inmune hará su trabajo sobre todo si lo apoyamos con la vacunación para ciertas enfermedades. Este proceso de envejecimiento inmunitario es la principal razón para que el virus que provoca el herpes zóster se exprese”.
Hoy en día se pueden evitar al menos 16 enfermedades en los adultos, a través de la vacunación: hepatitis A y B, tos ferina, parotiditis, tétanos, enfermedad invasiva por neumococo, influenza, sarampión, varicela, meningococo, rubéola, virus del papiloma humano, difteria, herpes zóster, fiebre amarilla y COVID-19.
En el caso del herpes zóster, es un padecimiento causado por la reactivación del virus de la varicela zoster, que permanece latente durante toda la vida de una persona después de haber cursado un cuadro de varicela.
El 99% de los adultos de 50 años o más, son portadores del virus que causa el herpes zóster. “Después de la aparición del cuadro agudo por herpes zóster, este puede conllevar a diversas complicaciones como: la neuralgia posherpética; inflamación de los vasos sanguíneos cerebrales secundario a la diseminación del virus, así como problemas renales y gastrointestinales, entre otros,” explicó el Dr. Oscar Rosas Carrasco, médico internista y geriatra.
Además, la reactivación del virus de la varicela también se ha convertido en un punto importante de discusión durante la pandemia, ya que se ha observado un aumento de casos de herpes zóster en pacientes que padecieron COVID-19, principalmente si requirieron hospitalización. Esto probablemente debido a la disminución del sistema inmune que caracteriza la infección por el virus causante de la COVID-19. Hecho que se reafirma de acuerdo con un estudio realizado por GSK, en el que se identificó que los pacientes que contrajeron COVID-19 tendrían 15% más de probabilidades de padecer herpes zóster y 21% si estuvieron hospitalizados por coronavirus.
Razón por la cual, la Dra. Gloria Huerta, gerente médico de vacunas en GSK México, señaló que “el herpes zóster es una enfermedad a la que hay que poner especial atención ya que existen múltiples factores asociados a su aparición, principalmente aquellos que debilitan el sistema inmune como vivir con VIH, padecer cáncer, tener una enfermedad inmunológica; pero también el estrés, la fatiga y algunas otras enfermedades, como la asociación previamente comentada con la COVID-19”.
Además, hace un llamado a conocer las posibilidades de prevención que existen, ya que además de ser dolorosa y debilitante, no se puede predecir quien lo padecerá y es un riesgo que tienen más del 99% de la población de 50 años en adelante.
Finalmente, los médicos comentaron que los factores de riesgo y las etapas clínicas son elementos que requieren de atención médica oportuna para evitar complicaciones. En México el herpes zóster afectará a uno de cada tres adultos y la prevención será la clave para reducir las probabilidades: “Una vida saludable, con una dieta balanceada, ejercicio y un esquema de vacunación completo son la receta ideal para prevenir cualquier enfermedad, como el herpes zóster”.