En 2018 se dio a conocer que en la Ciudad de México más del 80% de las personas sufrían de algún grado de astigmatismo, y si a eso le sumamos el aumento de la miopía a nivel mundial, producto del confinamiento por la pandemia, esto representa que ambas afecciones son de las más comunes y que debemos de estar atentos a éstas, sobre todo, si percibimos que está afectando nuestra visión general.
El astigmatismo es una irregularidad en la córnea o cristalino, en donde los rayos de luz que entran al ojo no se enfocan correctamente, creando una imagen borrosa al ver de cerca, como de lejos.
Algunos signos adicionales de éste, pueden ser los dolores de cabeza, fatiga visual y entrecerrar los ojos para ver con más claridad.
La miopía es cuando los objetos de cerca se ven con claridad y definición, pero los objetos distantes se ven borrosos. Por ejemplo, el leer la carta en un restaurante es claro, sin embargo, no lo es para conducir.
Ambos padecimientos pueden ser corregidos con lentes, ya sean anteojos o de contacto, y hasta con procedimientos quirúrgicos, por lo que lo ideal es que sea un especialista quien te indique qué padecimiento es exactamente, mida el grado de cada uno o de ambos, y determinar qué requieres para corregirlo.
Tanto la miopía y el astigmatismo pueden afectar a personas de cualquier edad, de ahí la importancia de la revisión desde la infancia y de un seguimiento oportuno. “En el astigmatismo la gran mayoría de los casos permanece igual, sin embargo, con la miopía, por ejemplo, los niños que la padecen conforme pasan los años se acrecienta, hasta que alcanzan su mayoría de edad y el ojo termina su crecimiento, alrededor de los 20 años” comenta José de Jesús Gómez Roqueñi, gerente de Promoción y Comunicación Rx Regional de Laboratorios Sophia.
Si bien es cierto que pueden darse por predisposición genética, no es condicionante para su desarrollo. Y en caso del astigmatismo, es importante detectar algún problema que lo esté condicionando para evitar que progrese. En cuanto a miopía, existen algunas opciones que aumentan la posibilidad de retrasar su progresión.
Algunos consejos que los expertos de Laboratorios Sophia consideran para disminuir el riesgo de que la miopía progrese son:
- Reducir las actividades con dispositivos electrónicos.
- Reducir la visión de cerca y aumentar las actividades al aire libre.
- Existen algunas otras opciones farmacológicas y tipos de lentes especiales que pueden llegar a ser una opción viable para retrasar la progresión, tu oftalmólogo de confianza podrá orientarte sobre ello.
Además, es importante seguir las siguientes recomendaciones:
- Descansar la vista y tomar pausas periódicas para los ojos.
- Parpadear con frecuencia ayuda a mantener lubricada la zona. Así que, trata de hacerlo voluntariamente.
- También puedes recurrir a gotas lubricantes como las de Laboratorios Sophia, que mantienen la hidratación en la superficie ocular.
- No forzar la vista, por lo que se debe procurar contar con una iluminación adecuada especialmente cuando fijamos la vista.
- Mantener una distancia de 50 a 60 cm entre la pantalla de la computadora y tú.
- Evitar el uso excesivo de dispositivos electrónicos y más si no existe un descanso entre su uso prolongado
Por otro lado, el astigmatismo no se puede prevenir actualmente, dos buenos consejos para evitar que progrese son, no frotarse los ojos y el uso correcto de lentes de contacto.
Actualmente no contamos con evidencia científica que sugiera qué ejercicios oculares o suplementos alimenticios ayuden a no desarrollarlas; sin embargo, sabemos que acciones como el uso de dispositivos electrónicos, la disminución de actividades al aire libre o mantener una iluminación incorrecta pueden ser perjudiciales para nuestra visión, así mismo, si contamos con una alimentación equilibrada y saludable, aunado a un manejo de estrés adecuado, nuestra calidad de vida mejorará considerablemente.
La compañía ha desarrollo el Sistema PF Sophia, gracias al cual, las gotas son aplicadas de manera fácil, manteniendo el producto esterilizado (libre de bacterias), además son libres de conservadores, lo que permite que los pacientes reciban solamente el medicamento que necesitan para el tratamiento de la enfermedad, sin exponerse a otros compuestos dañinos como los preservantes.